La Virgen de los Dolores volvió a procesionar por las calles de Toledo y el silencio envolvió la noche marcado por los pasos de las mujeres que fueron los pies de la nueva imagen de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y su Santísima Madre de los Dolores.
Una procesión que recuperó su «Santo Encuentro» entre Jesús Nazareno y la talla de la virgen ante las miradas de decenas de fieles
Sencillez y solemnidad marcaron un renovado encuentro
Fue el patio de puerta de Bisagra de la capital regional el lugar elegido para albergar este tradicional encuentro que, pese a ser una de las cofradías más antiguas de la ciudad, volvía a despertar la luz que años atrás se había quedado solo en la mirada de Jesús Nazareno.
Hasta allí se acercaron representantes institucionales, entre los que estuvo el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, acompañado de algunos concejales. Y es que, fue una procesión y un encuentro llena de sencillez y solemnidad pero cargada de emoción que nadie quiso perderse.