Las imágenes que te mostramos hablan por sí mismas. Son las humedades que han aparecido en un lateral de la iglesia de uno de los conventos con más solera de Toledo, el de San Clemente y que, literalmente, se lo están «comiendo».
Encastillalamancha.es entró en este convento de clausura y fue testigo de cuál es la situación. Las 14 monjas cistercienses que allí viven cuentan con los recursos que les deja la venta de dulces y apenas tienen (realmente no tienen) para poder acometer las obras que acabarían con el problema que se les ha planteado, del que aún está por determinar su origen.
Las monjas, desesperadas, pidieron ayuda a la alcaldesa
Poco menos que desesperadas, pidieron ayuda a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, en una visita que esta hizo poco antes de las fechas navideñas. Y, aunque no es de su competencia, a través del Consorcio de la ciudad, que ella preside, decidió abrir una partida de 15.000 euros para comenzar a trabajar en la solución del problema de un edificio que forma parte del amplio patrimonio de la ciudad.
El propio Jesús Corroto, gerente del Consorcio de Toledo, lo confirmó en conversación telefónica con encastillalamancha.es. Lo primero que van a hacer es valorar de dónde vienen las humedades «y comenzar a actuar para que no vayan a más».
Pinturas murales, dos patios… Un convento espectacular
La iglesia del convento de San Clemente se sitúa en la calle del mismo nombre. De una sola nave, se divide en dos tramos y sus muros están decorados con pinturas murales sobre pasajes evangélicos. Los arcos, apuntados, forman bóvedas de crucería estrelladas.
El presbiterio fue reformado por Alonso de Covarrubias en 1534.
Y el convento es uno de los primeros monasterios que, en su origen, fue fundado extramuros de la ciudad de Toledo, aunque con posterioridad se trasladó al interior, al casco histórico, en su emplazamiento actual, a unas casas particulares que ocupan una manzana completa.
Es de grandes dimensiones y tiene dos patios, a destacar el llamado de las Procesiones, puesto que se considera el corazón del convento al dar paso al coro, a la iglesia y a la sala capitular.
Del convento de San Clemente se dice que fue la cuna del rico mazapán de Toledo.
Fotos: Rebeca Arango.
