La probabilidad de lluvias en la procesión ‘Camino del Calvario’, conocida por el nombre de ‘Las Turbas’, de Cuenca, que se celebra la madrugada de mañana, viernes, es del 90 por ciento según el pronóstico emitido por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla-La Mancha.
Así lo ha confirmado hoy a Efe la portavoz de la AEMET en la región, Delfina Gil, quien ha explicado que, por las predicciones que manejan esta mañana, todo indica que lloverá entre las 5:30 y las 6:00 horas del Viernes Santo, cuando sale el cortejo.
Según esos pronósticos meteorológicos, primero empezará a llover en Toledo y la masa nubosa, después, nubosa pasará por Cuenca y seguirá por Guadalajara.
En este sentido, Gil ha precisado que sobre las 22:00 horas se podrá determinar con mayor precisión a qué hora empezará a llover, aunque todo indica que «si no es antes, lo hará después».
Está previsto que unos 2.300 ‘turbos’ participen este año -el año pasado apenas si fueron un millar-, si el tiempo lo permite, en la procesión más emblemática de la Semana Santa conquense, declarada de Interés Turístico Internacional.
A las 5:30 horas está programado el inicio de la procesión, desde la iglesia de El Salvador, ubicada en el caso antiguo, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, hasta que regresa a este mismo templo y tras una duración que puede superar las siete horas.
Desde el Grupo Turbas, en estas horas previas, se mira al cielo con «esperanza», aunque las previsiones no son nada halagüeñas, según ha reconocido a Efe su portavoz, Jesús Ruiz.
«Da mucha pena trabajar todo el año para que luego no se pueda salir, pero manda el señor tiempo», ha indicado Ruiz.
Y es que el protocolo de lluvias establece que la procesión se suspenderá si la probabilidad de lluvias supera el 50 por ciento entre las 6:00 y las 9:00 horas.
Los ‘turbos’, integrantes del Grupo Turbas, abren el desfile procesional en representación de las multitudes que, según la tradición, insultaban e increpaban a Jesús cuando iba camino de su crucifixión.
Mientras caminan, delante de la imagen de ‘Jesús Nazareno’ y ataviados con túnica pero con la cabeza descubierta, al contrario del resto de los nazarenos, los ‘turbos’ no manifiestan sus burlas e insultos con palabras, sino tañendo tambores que están debidamente enlutados y clarines destemplados con sordina.
El ritmo de la marcha lo mantienen los tambores por medio de toques rituales y cuando el paso de ‘Nuestro Padre Jesús Nazareno’ dobla una esquina o da una curva deben callar y es entonces cuando los clarines reciben a la imagen con su sonido discordante.