Tres mil personas, entre trabajadores de la empresa pública Geacam, técnicos y agentes medioambientales, participarán desde el 1 de junio y hasta el 30 de septiembre en la campaña contra incendios forestales de 2019, que se prevé que «sea buena» dado que, en este momento, hay «una climatología favorable» para que surjan menos conatos de incendios.
Así lo ha destacado este lunes el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en declaraciones a los periodistas, antes de presidir la reunión del Comité Asesor de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha en el que están representadas las administraciones nacional, regional y local, además de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bomberos forestales y agentes medioambientales.
Además de la dotación de personal, similar a la de la campaña pasada, se va a contar con la maquinaria adecuada, consistente en 64 autobombas, 25 medios aéreos y 87 brigadas, cifras que Martínez Arroyo ha calificado de «espectaculares» y que, a su juicio, demuestran que «en Castilla-La Mancha nos tomamos muy en serio los incendios forestales para que, en la medida de lo posible, sean pocos en número y quemen poca superficie».
Y ha abundado que, prueba de ello, es que en esta comunidad se dedican cada año 40 millones de euros a la extinción de incendios, lo que unido al gasto en tareas de prevención, suma una cantidad de 80 millones anuales.
En este punto, el consejero ha recordado que el esfuerzo que se ha hecho en materia de prevención, desde inicio de la legislatura, ha posibilitado que se está actuando sobre el doble de hectáreas que en la legislatura anterior, debido a que los trabajadores de la empresa pública Geacam han pasado de trabajar nueve meses a hacerlo 12, «y esos tres meses de más -ha recalcado- suponen meses de trabajo en tareas de prevención».
Martínez Arroyo ha aprovechado también para hacer un balance «muy positivo» de la campaña de 2018, en la que ha recordado que se han reducido los incendios forestales en un 34 por 100 y la superficie quemada en un 80 por 100 respecto a 2017, «gracias a la climatología, gracias al compromiso de todos los ciudadanos y a todas las personas que nos ayudan a apagar rápidos los incendios forestales que se producen».
Y ha justificado el hecho de que las cifras de personal y medios para esta campaña sean muy similares a las de la anterior, en que, a la vista de los resultados, se ha demostrado que «son suficientes», si bien ha recordado que, a primeros de abril de este año, hubo que anticipar algunos medios que no estaban previstos debido a unas condiciones climatológicas que, en aquel momento, «eran muy desfavorables».
Sin embargo, ha agregado que, a consecuencia de las últimas lluvias y de la bajada de temperaturas, «hemos vuelto a la situación normal de esta época, de peligro medio de incendio, antes de que empiece realmente la campaña de extinción», que dará comienzo el 1 de junio y finalizará el 30 de septiembre, «si todo va bien», ha puntualizado el consejero.
«Son cuatro meses de campaña de extinción de incendios forestales, porque es el momento de mayor riesgo de incendios», ha observado el consejero, quien ha puntualizado que, si hubiera que adelantarla algunos días se haría, «lo que ya parece poco probable», y si hubiera que retrasar el final de la campaña de riesgo máximo también se haría, como se ha hecho en otras ocasiones.
No obstante, ha reiterado que, en estos momentos, «tenemos buenas previsiones para la campaña que empezará el próximo mes de junio», ha concluido.