«El Día Internacional del Legado Solidario es una iniciativa en la que participa UNICEF desde su inicio, junto a otras organizaciones humanitarias y con otros países avanzados, que se proponen concienciar, en nuestro caso a la población española, sobre la importancia que tiene esta forma alternativa de colaboración.
Se trata de explicar y animar, cada vez a más personas, a la hora de hacer su testamento, incluyan un legado solidario o herencia a favor de Unicef o de otra organización humanitaria.
Es bueno de vez en cuando hacer un alto en la vida para ordenar nuestros deseos y disponer el destino de nuestro patrimonio, por pequeño que pueda parecernos, para facilitar las cosas a familiares y allegados y para recobrar la segura confianza de que será útil para lo que realmente queremos. Es bueno, es económico, puede revisarse y cambiar cuando uno lo desee, con igual facilidad, y es un acto de decisión que da tranquilidad y satisfacción a quien lo hace.
Hacer testamento e incluir en el mismo un legado solidario o disponer que una o varias organizaciones humanitarias sean coherederas, es tanto como extender la solidaridad del testador a las próximas generaciones de niños o de necesitados. Se puede así, sin perjudicar los derechos de los herederos más próximos y queridos, contribuir también a un mundo mejor y a que la ayuda a los niños o a los grupos más vulnerables perdure en el tiempo.
Quien esté interesado en que su legado sea para Unicef o en que sea una de las organizaciones a las que quiera incluir en su herencia para cumplir su voluntad solidaria de mejorar la vida de los niños más necesitados del mundo, que no dude en informarse. Si es socio o voluntario de Unicef ya nos conoce y sabe donde hacerlo, como sabe también que se trata de llevar nuestros deseos y nuestros actos hasta donde alcancen, más allá de nuestra vida, porque es posible. Si quien piensa hacerlo ha venido colaborando esporádicamente como donante en causas justas, o ha tenido sus afanes y atenciones en otras necesidades, que solicite información sobre lo que hace Unicef, dónde, desde cuándo y cómo o cualquier otra organización con la que simpatice y en la que confíe (sllorens@unicef.es o también en www.legadosolidario.org). Es bueno comentar esta posibilidad con los familiares o amigos más allegadas o con consejeros jurídicos, notarios o abogados de confianza. Es bueno saber que tu voluntad y tu decisión serán cumplidas y respetadas, porque de ello se ocuparán, además de los otros herederos, notario y legatario.
Con la solidaridad procuramos hacer posible que el hambre y la pobreza acaben cuanto antes y que se respeten los derechos humanos, especialmente los de la infancia. Trabajamos por la supervivencia, desarrollo y protección de los niños y niñas, que es tanto como proveer para que no mueran por causas evitables, coman y crezcan sanos, vayan a la escuela, participen en su comunidad en condiciones de igualdad, se sientan seguros en su entorno y protegidos especialmente cuando sean víctimas de las guerras, desastres, pobreza extrema, de todas las formas de violencia y explotación, o de discapacidades. UNICEF trabaja por todo ello y porque la Convención sobre los Derechos del Niño se convierta en imperativo de desarrollo de carácter universal y prioritario, en norma ética o internacional de conducta hacia la infancia.
Queremos que se destinen más medios para que puedan universalizarse los tratamientos médicos y sanitarios de las enfermedades que hoy se curan y pueda progresar la investigación de aquéllas que hoy no sabemos curar. También un mundo con un desarrollo humano sostenible que asegure para todos un reparto más justo de los recursos disponibles de todo tipo. Un mundo mejor del que recibimos y también del que entregaremos.
Solo es razonable dejar de ser solidario cuando no hay causa que nos lleve a serlo, cuando no haya necesidad que lo reclame o injusticia que lo pida. Lamentablemente nuestra vida será corta para verlo, pero nuestro esfuerzo en favor de los derechos humanos y en especial de la infancia puede llegar, a través del legado o herencia solidarios, más allá de nuestra muerte y aumentar la satisfacción de nuestra vida mientras dura. Sabremos que así hacemos a la Vida y a la Humanidad el mejor regalo, la mejor herencia, el mejor legado: la esperanza».
José María Calvo Cirujano, presidente de Unicef Comité Castilla-La Mancha.