La castellanomanchega Ester Arriero ha sido una de las mujeres elegidas, junto con otras cuatro de otras comunidades autónomas, para participar en la prueba deportiva «Reto Pelayo Vida» que se celebra en Jordania.
Durante este reto se realizarán pruebas físicas de gran dureza de ciclismo, escalada y buceo con el fin de divulgar los beneficios de realizar ejercicio físico durante y después del tratamiento de cáncer.
El mayor proyecto internacional sobre el cáncer
En este sentido, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page y la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández han recibido a la castellanomanchega que va a participar en este reto, en el que ha sido elegida entre más 2.000 solicitudes.
Fernández ha incidido esta mañana en la importancia de la prevención y la investigación en la lucha contra el cáncer de mama y también en un mensaje de esperanza porque el “cáncer se supera”.
Tras el encuentro, la consejera ha felicitado a las personas que desde 2015 vienen impulsando el ‘Reto Pelayo Vida’, una iniciativa que a su juicio pone en valor dos hechos: la visibilización del cáncer de mama, una enfermedad con gran prevalencia en la población femenina; y que “el cáncer se supera, hay vida después del cáncer».
Blanca Fernández ha destacado la trascendencia mediática de este reto que ha tenido un público de hasta 44 millones de personas.
CLM realizó 120.000 pruebas para prevenir el cáncer
La consejera también ha insistido en la importancia de la prevención y la investigación en el abordaje de esta enfermedad. Respecto a la primera, ha recordado que dentro del programa de detección precoz de cáncer de mama de Castilla-La Mancha se realizaron 120.000 mamografías, lo que supone que más del 80% de las mujeres llamadas para hacerse esta prueba preventiva.
Un volumen de respuesta que ha calificado como “muy importante, porque para prevenir el cáncer necesitamos que la población responda a la llamada del sistema público de salud.
En cuanto a la investigación, Fernández ha puesto de manifiesto la apuesta del Gobierno regional ya que permite, por ejemplo, disponer de tratamientos menos agresivos y que dan más esperanza y mejor calidad de vida.
Un ejemplo claro ha sido la incorporación en 2017 del test genético predictivo de cáncer de mama que permite clasificar mejor el riesgo de la paciente en función del pronóstico, así como facilita la elección y ajuste del tratamiento.
“Hemos incorporado en estos últimos años la prueba genómica que permite que muchas mujeres mastectomizadas no hayan tenido que sufrir la quimioterapia porque no la necesitaban».