La Internacional de la Educación, que representa a treinta millones de docentes, de la que forma parte la Federación de Enseñanza de CCOO, ha puesto en marcha en diferentes países y regiones del mundo una campaña con doble objetivo: unir fuerzas entre la comunidad educativa internacional y las organizaciones e instituciones educativas internacionales en torno a una visión compartida sobre la necesidad de tener sistemas educativos de calidad y en equidad; y, por otro lado, hacer un llamamiento a los gobiernos y poderes públicos con el objetivo de situar la educación como una prioridad en la agenda política internacional.
Cada día es más difícil la labor de los docentes. En el mundo occidental, con los efectos de las políticas neoliberales, la educación está pasando de considerarse un derecho fundamental de los ciudadanos a un bien que se puede comprar y vender. Este hecho se hace especialmente evidente en nuestro país con la LOMCE. Si descendemos un paso más, para llegar a nuestra comunidad autónoma, los resultados son desastrosos.
Castilla-La Mancha tiene el dudoso privilegio de ser la comunidad que más ha recortado en toda España el presupuesto en educación en estos últimos tres años.
Nos intentan “vender” que con menos se puede hacer más. Una falacia. Es evidente que con casi 7.000 docentes menos desde que gobierna el Partido Popular en Castilla-La Mancha, más niños por clase al haber aumentado las ratios, con menos recursos…, no se puede ofrecer la misma calidad educativa.
Los docentes están siendo maltratados. Trabajan mucho más de lo que es razonable y en unas condiciones cada vez más complicadas y difíciles, con clases superpobladas, con un recorte sustancial de sus retribuciones en estos últimos cinco años… Cuando la administración asegura que es ella la que ha salvado la educación pública nos dan ganas de reír, por no llorar. Son los docentes y su enorme esfuerzo quienes la sujetan.
Por si esto fuese poco, el gobierno central ya ha anunciado a Europa que seguirá recortando el presupuesto en educación. Su cortedad de miras es pasmosa. No entienden que un país sólo avanza mejorando su educación. No asimilan que es la mejor inversión. No comprenden que no puede considerarse como un gasto. Creer que la educación sólo puede considerarse desde un punto de vista economicista es un fracaso que acabará pagando toda la sociedad.
Cualquier padre o madre sabe que el mejor futuro que puede dar a sus hijos es una buena formación. Nuestros gobernantes parece que no. Un país moderno y civilizado no puede permitir que abandonen el sistema educativo alumnos con capacidad por motivos económicos. Todos merecen una oportunidad. Negarla es una apuesta fracasada. Este es el gran problema, la pérdida de la equidad.
Si por algo se caracterizaba nuestro sistema educativo era por ser uno de los mejores a nivel mundial en cuanto a igualdad de oportunidades. Tanto el hijo de un obrero, como el hijo de un profesional podían, con ayuda del Estado, alcanzar la Universidad y terminar estudios de este nivel. Hoy, por desgracia, vemos cómo hay chicos y chicas que no pueden hacerlo porque sus familias no cuentan con recursos económicos suficientes.
Es un hecho observar cómo magníficos profesionales, a los que les gusta su profesión, claman por su jubilación debido a la pérdida de ilusión y a las cada vez más complicadas condiciones de trabajo.
Los docentes desean lo mejor para sus alumnos y comprobar que no pueden dárselo les causa una enorme frustración. Quieren una educación de calidad para mejorar la sociedad. Necesitan recursos humanos y materiales para individualizar la enseñanza compensando las desigualdades de partida. Precisan de estabilidad en el trabajo y en el destino y de reconocimiento social y económico. Desean formar personas, no máquinas productoras y saben que una educación de calidad no es posible sin una educación integral que vaya más allá de lo que exige el mercado, sin gratuidad de libros, sin transporte escolar gratuito, sin becas, con tasas universitarias desorbitadas…
La Federación de Enseñanza de CCOO siempre ha defendido la enseñanza pública y la igualdad de oportunidades. No debemos permitir que la política neoliberal convierta la educación en un bien que se pueda comprar o vender. La educación debe entenderse como un derecho fundamental de todo ciudadano. No queremos formar obreros poco cualificados que salgan al mercado laboral como mano de obra barata. Queremos formar personas, ciudadanos con valores que mejoren la sociedad.
Celebremos el Día Mundial del Docente dando las gracias a todos los docentes por su esfuerzo, por su impagable labor y, como afirma el slogan de la campaña: “unámonos por una educación de calidad”. Es la fórmula más segura para mejorar el mundo.
“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”. Emmanuel Kant.
José Manuel Almeida Gordillo. Secretario Regional de Pública no Universitaria de la Federación de Enseñanza de CCOO de Castilla-La Mancha.