Esta es una modesta aunque bonita historia en tiempos de crisis: la de un grupo de mujeres de Escalona (Toledo) que, tras ganar el primer premio en el concurso anual de carnaval organizado por el Ayuntamiento, donaron el premio en metálico a las familias más necesitadas de la población. Un ejemplo a seguir cuando más falta hace.
Lo cuenta Rocío Jiménez, una de las componentes del grupo de 14 madres y 23 niños y niñas miembros del colectivo «Cantajuegos» que ganó el primer premio de carnaval en Escalona. Cuenta que fue una decisión repentina, que, en cuanto supieron que habían ganado 350 euros, tras varios años de parcicipar en el certamen, anunciaron al alcalde, Álvaro Gutiérrez, que iban a destinar el dinero a paliar las grandes carencias de las familias más necesitadas.
Dicho y hecho. Se dirigieron a la sede de Cáritas en Escalona, donde les facilitaron un listado con las familias más necesitadas, niños menores y los padres en paro y sin recibir ninguna prestación. Entonces procedieron a un sorteo para dar con las siete familias agraciadas, a las que se les dio, en el propio domicilio de cada cual, una cesta de la compra con artículos de primera necesidad valorada en 50 euros cada una.
«En plena euforia tras ganar el primer premio, nos dijimos: «¿Por qué no lo destinamos a las familias que más lo necesitan? No lo pensamos previamente, sino que se nos ocurrió así y de esta manera se lo comunicamos al alcalde, después de lo cual se hizo pública nuestra intención por megafonía», continúa Rocío, que se muestra muy satisfecha de haber tomado esa decisión tan poco pensada y tan beneficiosa para siete familias escaloneras, cuyos miembros disfrutaron sin duda de una sorpresa tan grata como inesperada.
La crisis también hace aflorar los mejores sentimientos. No todo van a ser malas noticias.