La casualidad ha querido que el productor Salvador Collado preparara para 2015 el estreno en Madrid, en el Fernán Gómez, de obras sobre pintores españoles: El Greco, del que se ha cumplido el cuarto centenario de su muerte, y Velázquez, protagonista en 2015 de una gran exposición en París.
Se trata de «La puta enamorada», un texto de Chema Cardeña estrenado en 1992 y ahora dirigida por Jesús Castejón, e «Historia de un cuadro», un encargo a Alfonso Zurro, que también la dirige, y que se vio por primera vez en octubre de 2014 en Toledo.
La primera, que se estrena el próximo jueves, es, según Castejón, «un sueño», «un texto de vital importancia que había que hacer» y «del que aún se queja alguno por su título».
«Es llegar al barroco desde el lenguaje contemporáneo», asegura Castejón sobre una obra que habla del fingimiento, la ambición, la traición y la supervivencia mientras se cuenta la historia del encargo de un cuadro a Velázquez de la amante del rey Felipe IV, la Calderona.
La Calderona, ha explicado la actriz Eva Marciel, es una mujer fuerte «pero sobre todo libre» y eso es lo que hace «ser diferente, grande y maravillosa».
A sus compañeros, Javier Collado (Lucio) y Federico Aguado (Velázquez) les parece que la obra está «totalmente vigente» por las reflexiones sobre los políticos y el poder y porque alumbran a Velázquez, un personaje del que se conoce muy poco personalmente, «con una luz muy humana».
Tampoco ha logrado averiguar mucho, a pesar de la «exhaustiva» investigación que ha hecho, Alfonso Zurro para afrontar el encargo de Collado de escribir un drama en torno al Greco.
«Me parece que la historia del Greco tiene muchas lagunas, pero no me correspondía a mí rellenarlas. Acabé escribiendo la historia de un cuadro desde el momento de su encargo hasta bien entrado el siglo XX. Es una intriga que va de delante hacia atrás y en la que el cuadro es una pieza que no se ve nunca», ha detallado Zurro.
Está protagonizada por Roberto Quintana, José Manuel Seda y Manolo Caro y cada uno de ellos interpreta tres personajes.
El Greco es Seda, a quien no saber demasiado de su personaje le ha dado «mucha libertad creativa» y la satisfacción de descubrir a un artista que «lo único que quería era pintar».
Caro ha asegurado que se trata de «un texto delicioso», «no muy común en el teatro contemporáneo», y ha adelantado, entre risas, que el cuadro de la historia lo protagoniza «una adolescente desnuda».