«Llegamos a la Franja de Gaza después de los últimos bombardeos del ejército israelí. Durante un mes -entre diciembre de 2015 y enero de 2016- estuvimos grabando una realidad terrorífica: ciudades enteras destrozadas sin ninguna casa en pie; personas viviendo a la intemperie con bajas temperaturas y sin comida; otros que habían perdido a toda su familia…». Este es el relato que hace el talaverano Julio Pérez del Campo, director junto a Carles Bover de «Gaza», premiado como el Mejor Cortometraje Documental en la gala de los Premios Goya celebrada la noche del sábado, un premio que llega precedido de muchas censuras pero también de muchos guiños a la libertad de expresión y a la defensa de los derechos humanos.
Entre las miles de felicitaciones que está recibiendo después de la que fue, sin duda, su gran noche, Julio Pérez hacía un hueco a encastillalamancha.es para explicar la desoladora situación que encontró en Gaza, la de «una población civil desarmada y que había sido atacada impunemente». Las palabras que más le impresionaron fueron las de una mujer que había perdido a su hija con parálisis cerebral, una madre que le pedía insistentemente que sacase a la luz su muerte y las circunstancias que la rodearon. Este dramático testimonio -según explica el talaverano- arranca con ambas huyendo de los disparos de un tanque del ejército israelí. En un momento dado la silla de ruedas de la hija queda atrapada en un cráter en el suelo. La madre, tras varios intentos infructuosos por sacarla, decide ir a pedir ayuda. Cuando vuelve queda destrozada por lo que ve: a su hija sin piernas a causa de los balazos recibidos, con un tiro en el corazón y con heces de los soldados por todo su cuerpo en señal de humillación.
Con el objetivo de profundizar sobre estos «conflictos olvidados», de todo el material rodado en este enclave de Oriente Medio también resultó su primer largometraje documental, «Gas the Arabs», dirigido igualmente junto a Carles Bover.
Sorpresa y estupefacción en su primera noche en los Goya
La del 2 de febrero fue su primera noche en una gala de los Premios Goya, una noche que recordará siempre por la sorpresa y estupefacción que sintió al escuchar el nombre de «Gaza» desde el escenario. «Tuve que pensar si realmente estaba ocurriendo. Fue un momento apasionante que vivimos con una intensidad increíble», comentaba.
Expresaba su satisfacción por este reconocimiento «al más alto nivel» que llega «tras mucho esfuerzo».
Además del Goya, «Gaza» ha obtenido más de 40 nominaciones y 12 premios, algunos de ellos en Castilla-La Mancha, como los recibidos en el Festival de Cine Solidario de Guadalajara (Fescigu) y en el Festival de Cine de Castilla-La Mancha (Fecicam).
Tal y como pusieron de manifiesto ambos directores en su intervención en la entrega de los Goya, han sido muchos los intentos de censura que ha tenido «Gaza». En algunos casos las presiones de la comunidad israelí y de su gobierno paralizaron su selección en festivales; «llegaron incluso a clausurar salas de proyección». «Afortunadamente en la mayoría de los casos no lo consiguieron», prevaleciendo la libertad de expresión gracias a personas «valientes». Es más, «estos intentos de censura han logrado todo lo contrario; ha habido cientos de miles de personas que lo han visto y se han adentrado en esta historia».