No le hace falta mucha presentación al actor, guionista, dibujante de comics y embajador del humor manchego, Raúl Cimas.
Albaceteño de nacimiento, y manchego de corazón, es integrante del «Cuarteto de Albacete», junto a sus paisanos Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Pablo Chiapella, con los que estudió en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca.
Participante en La hora chanante, son inolvidables sus personajes, como su humor sarcástico y su manera de hacer e interpretar, nos sigue haciendo reír de forma ocasional en el programa Ilustres ignorantes (Movistar Plus+),
Ha recibido diversos premios en su faceta de actos, entre ellos Mejor Actor Protagonista en premios Feroz y en la misma categoría en los Forqué por Poquita Fe. Y ahora cuenta con uno más, el `Reír es Inteligente´que le ha entregado encastillalamancha.es este pasado martes durante la gala de los VI Premios Excelentes ENCLM 2024.
Cómo hacer reír a cientos de personas «rajando» de su familia
En su discurso en el parque Puy du Fou de Toledo, Cimas aprovechó para hacer humor contando «las intimidades» de su familia y haciendo su propia interpretación de cómo Albacete acabó formando parte de Castilla-La Mancha.
Ha asegurado que su abuelo «es la persona más optimista del mundo. Ahora se ha puesto brackets sobre las encías. Pero le quedan bien» ha dicho sobre un hombre «bidente. Sí, con b, no de los que ven el futuro, sino de los que tienen sólo dos dientes. Uno en cada extremo de la boca. Y a veces nos decía: pasadme una aceituna, y le decíamos ¿al primer palo o al segundo?».
También le ha tocado a su novia `Guada´, «la llamo así «por cuando nos íbamos a casa de Dani de Vito, que es como llamo a mi suegra, porque una vez se engominó el pelo y se puso abrigo de viso y parecía el pingüino de Batman», ha contado provocando las risas de los asistentes.
Ver esta publicación en Instagram
Y otro de los momentos memorables del discurso de Cimas ha sido su propia interpretación del momento en el que Albacete se independizó de Murcia, acontecimiento histórico merecedor de hacer un espectáculo, decía. «Ellos nos atacaban con cosas de la huerta y nosotros a navajazos. Entones el resto de La Mancha nos vio hacer esas hazañas y dijeron sí, son de los nuestros», acababa.
En definitiva, un orgullo de premiado y de castellanomanchego.
Reír de emoción para creer en la vida: historias para enmarcar la gala de los VI Premios Excelentes