«A los trabajadores del Sescam y en concreto del Complejo Hospitalario de Toledo, se nos plantea que para poder cobrar el plus de productividad variable marcado por el «Contrato de Gestión del Sescam-GEA Toledo», hay que cumplir una serie de objetivos que lamentablemente reducirán en la calidad asistencial del paciente y la capacidad del profesional para llevar a cabo una buena praxis».
«En estos nuevos criterios los objetivos clínicos suponen un 35%, los financieros y de gestión clínica un 25% y los de desarrollo de carácter individual un 15%. Estas pautas han sido en teoría consensuados por la Dirección de enfermería y las Unidades de Enfermería del Complejo Hospitalario de Toledo, pero en realidad los objetivos vienen impuestos desde arriba.
Lo más preocupante de todo esto es que no existe un criterio en el que se valore la calidad y el cuidado del paciente, todo lo contrario, nos imponen reducir en material que están destinados precisamente para estos fines. Por ejemplo, si tenemos que reducir en el número de pañales como nos indican, esto significaría que el paciente deberá estar más tiempo con un pañal mojado o sucio, lo conllevaría un deterioro de la higiene y de la salud con el riesgo de provocar úlceras por presión, infecciones, etc. Todos los objetivos tienen una única finalidad, la económica.
Las nuevas propuestas del Sescam evidencian cómo el paciente ha dejado de ser el centro del sistema en favor del desmantelamiento de la sanidad pública, como demuestra que haya sido reducir un 10% las contrataciones eventuales con respecto al 2014 el primero de sus objetivos. Esta reducción junto a las no contrataciones de las bajas cortas (menos de 15 días) supondría que los servicios sanitarios se quedarían por debajo de los mínimos que establece la ley, lo que a la vez provocará un serio problema para la continuidad adecuada del tratamiento del enfermo. Un menor número de profesionales, no pueden atender de igual manera a un mayor número de pacientes, ni dedicarles el tiempo adecuado para la correcta administración del tratamiento si el objetivo es atenderlos a todos. Por lo que la reducción de personal y de material conllevará una pérdida de calidad en los cuidados de los pacientes.
Además la imposición de dichos objetivos se hace con la amenaza de la no retribución de la productividad que hasta ahora se percibía, olvidando que lo fundamental y lo que verdaderamente nos preocupa a los profesionales sanitarios es la seguridad del paciente y del ejercicio del buen hacer de nuestra profesión.
Teniendo todo esto en cuenta yo no firmo una productividad que avale el desmantelamiento de la Sanidad Pública».
Patricia Turón es miembro del área de Sanidad del Consejo Ciudadano de Podemos Castilla-La Mancha.