El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado este viernes que los mayores que vivían en residencias de la comunidad autónoma han sido una «prioridad» durante la pandemia del COVID-19.
Asimismo, ha avanzado que en la región prácticamente todos los días se ha dado traslado a 40 personas desde las residencias de mayores a los hospitales hasta sumar «prácticamente casi 3.000» durante la crisis sanitaria.
En su intervención en un acto en Molina de Aragón (Guadalajara), con motivo del vigésimo aniversario de la declaración del Parque Natural del Alto Tajo, García-Page ha señalado que de esas 3.000 personas mayores trasladadas a urgencias el 65% quedó en ingreso.
«No ha habido instrucción de dejar a los mayores en residencias»
De todas las personas que ingresaron en hospitales procedentes de residencias fallecieron el 28% de los mismos, por lo que «muchos salieron adelante», ha valorado, explicando que el 40% de los usuarios de residencias fallecidos lo ha hecho en un hospital.
[ze_summary text=»El 40 por 100 de los usuarios de residencias fallecidos lo ha hecho en un hospital»]El 40 por 100 de los usuarios de residencias fallecidos lo ha hecho en un hospital[/ze_summary]En este sentido, ha reiterado que la región ha decidido mantener un «nivel de alerta cero» en las residencias, teniendo en cuenta «que ha sido el foco más afectado» y ha incidido en que, «a diferencia de lo que ha pasado en otros sitios», el Gobierno de Castilla-La Mancha «siempre tuvo claro que los usuarios y mayores de residencias son tan ciudadanos y tan usuarios como el resto».
«Nunca ha habido una instrucción de que por falta de recursos, problemas o estrechez se dejara de atender» a los mayores en residencias, ha especificado el presidente regional, que ha defendido que en la Comunidad Autónoma siempre se les ha atendido con criterios clínicos y de carácter profesional.
70.000 Covid-19 en Castilla-La Mancha
Además, ha desvelado que hasta un total de 70.000 ciudadanos se han acercado con problemas de COVID-19 a las urgencias de la Comunidad Autónoma, de una población total de 2 millones, lo que supone que el 3,5% de la población de la región.
Ese porcentaje se ha elevado por encima del 9% en el caso de residentes en centros de mayores, «lo que pone de manifiesto que eran mucho más objetivo del virus», que «se ha cebado más» en esta población debido a su vulnerabilidad.
García-Page ha indicado, no obstante, que la región tiene preparados «planes de contingencia», no va a bajar la guardia en ningún momento y seguirá «en estado de alerta regional hasta que se tengan proporciones mínimas en la influencia del virus», pero ha recalcado que «nadie podrá decir que ante situaciones de adversidad nos hemos aislado o puesto a mirar hacia otro lado».
1.700.000 mascarillas retiradas en las farmacias
Emiliano Gacía-Page ha avanzado que Castilla-La Mancha tiene una «planificación prevista, planeada» para cuando todas las provincias lleguen a fase 3 en colaboración con la Federación de Municipios y Provincias y el conjunto de la sociedad «para ir abordando la desescalada».
«En muy pocas semanas, en dos probablemente», la región tendrá «el margen más amplio que hoy permite la ley de normalidad».
El presidente de Castilla-La Mancha ha confiado en que aunque «en muy poco tiempo» se dejará el estado de alarma y la ciudadanía va a coger «con ganas y prudencia» esta situación, ha pedido para ese momento prevención y la «mejor actitud». Seguro de que «la inmensa mayoría de la gente está en una clave muy responsable«.
De hecho, ha reseñado, como muestra de esa responsabilidad, que las oficinas de farmacia de la región hayan despachado ya desde el lunes, mediante la tarjeta sanitaria y en solo cinco días, hasta 1.700.000 mascarillas de las que el Gobierno de Castilla-La Mancha está distribuyendo por esa vía, que se suman a los 5 millones de ellas repartidas a través de Correos en domicilios de la Comunidad Autónoma.