En España alrededor de 40.000 personas no tienen un techo bajo el que dormir. A nivel más local, el programa de Personas sin Hogar de Cáritas Diocesana de Toledo atendió en 2018 a 1.798 personas. Detrás de estos números hay historias que hablan de desempleo, de soledad, de rupturas familiares, adicciones… Atrás quedó el perfil de aquel que iba vagando de un albergue a otro y pidiendo dinero para el transporte. Hoy en día «nos encontramos sobre todo con gente que nunca ha vivido en la calle y que, debido a un situación de emergencia social, ha terminado sin casa ni recursos». Así lo ponía de manifiesto Virginia Rodríguez, coordinadora del programa de Personas sin Hogar de Cáritas de Toledo, durante la presentación de la campaña que se llevará a cabo con motivo de la celebración el próximo domingo 27 de octubre del Día de las Personas sin Hogar, una conmemoración que este año llega bajo el lema «Ponle cara».
Y precisamente con el objetivo de «ponerle cara», Virginia Rodríguez ha estado acompañada en la rueda de prensa por José Antonio Canseco y Carlos San Félix, que viven en el Centro de Personas Sin Hogar de Toledo, donde diariamente están alojados en torno a 30 personas.
«Llevo cuatro meses divorciado. Tengo dos hijos. Busco trabajo y sigo un tratamiento por mi adicción al alcohol; el alcohol me hizo perder el trabajo, mi mujer y mis hijos». Así se presentaba Carlos, quien añadía que no puede hacer frente a los gastos de la hipoteca que aún debe ni al mantenimiento de uno de sus hijos, mucho menos al coste de un alquiler. Ahora sobrevive con los 430 euros que recibe de un subsidio que terminará en agosto. Por ello, no quiere otra cosa que «un trabajo con el que poder hacer frente a los pagos y a una vivienda digna».
Problemas de salud, adicción y un pasado de muchos años en las calles se mezclan en el testimonio de José Antonio, de 67 años, quien llegó al albergue después de haber estado ingresado con pronóstico grave en el Hospital Provincial de Toledo. A la espera de que le asignen plaza en una residencia de mayores donde «tener tranquilidad y ser atendido», aprovechaba su intervención para hablar de lo duro que es no tener hogar: «Necesito un techo, una comida pero, sobre todo, hablar y que me escuchen. La soledad en la calle es muy mala, más si estás solo como es mi caso». Huérfano de madre y padre desde los ocho años, es ahora -en Cáritas- donde dice haber encontrado una familia y personas que se preocupan por él.
Ambos, tanto José Antonio como Carlos, expresaban y agradecían de manera destacada la labor que realizan los trabajadores y voluntarios del programa de Personas sin Hogar de Cáritas, un agradecimiento al que de manera espontánea se sumaba durante la rueda de prensa Aurelio, que llegó hace tres semanas al albergue. El suyo es uno de esos relatos que se cuentan por miles: el de un trabajador al que el desempleo le vino en avanzada edad. Este ingeniero de Sistemas nunca pensó que podría ocurrirle a él, pero afirma que «la edad pesa mucho». Ha llegado a estar en la calle, algo que «es muy duro», es una «lucha por la supervivencia». Por eso se siente muy agradecido por lo que recibe en Cáritas e incluso «cuando gano dinero intento ayudar».
Cáritas Diocesana lleva 27 años celebrando esta campaña. En esta ocasión se busca presentar la situación que viven personas concretas -con rostro, nombre y apellidos- para dar visibilidad a los que no tienen hogar y eliminar prejuicios. Las 1.897 personas que fueron atendidas en 2018 en el programa de Personas sin Hogar de Cáritas de Toledo son un 8 por 100 menos que en 2017, si bien ha aumentado el grado de ocupación de los albergues.
La plantilla de profesionales está formada por 23 personas contratadas y 211 voluntarios dentro del programa Personas sin Hogar, que está financiado por la Junta de Comunidades, el Ayuntamiento de Toledo, fondos propios y donativos.
Cáritas Diocesana de Toledo cuenca con ocho centros: centros de alojamiento de urgencia y residencial -en Talavera y Toledo-; una vivienda de autonomía en Talavera; y albergues y alojamientos básicos en zonas rurales (Villacañas, Quintanar de la Orden, Sonseca, La Puebla de Almoradiel, Villanueva de Alcardete, Quero y Herrera del Duque).
Virginia Rodríguez ponía el acento en la atención integral que reciben en estos recursos, «no solo se cubren sus necesidades de alojamiento y comida». En este sentido, también hacía referencia a la asistencia sanitaria, a los talleres, a la vivienda de apoyo… «Intentamos acompañarles y que recuperen las ganas por vivir ya que muchas veces llegan rotos y con experiencias muy traumáticas».
Además de los manifiestos en los que han trabajado los propios participantes de los albergues y a los que han dado lectura, con motivo del Día de las Personas sin Hogar Cáritas instalará mesas informativas en la ciudad de Toledo: en el campus de la Fábrica de Armas (24 de octubre), en la calle Arco de Palacio (25 de octubre) y en el mercadillo de «El martes» (29 de octubre). En Talavera, la asociación «Amaqtedu», fundada por jóvenes universitarios, presenta en la calle del Perdón, número 1, la exposición de pinturas y esculturas hecha por personas sin hogar «Tú eres el arte que da vida». Además, el jueves 24 en la plaza del Pan se celebrará un acto de calle que tiene por objetivo dar visibilidad a las personas sin hogar.