“Que la vida nos tenga que dar un golpe tan duro para sacar nuestra mejor versión. No dejen que la vida les golpee para vivirla como merece”, ha pedido Juan Ramón Amores a quienes le han escuchado emocionados por su discurso cargado de humanidad y esperanza, pese a ser el de una persona que el 13 de noviembre de 2015 recibió el diagnóstico de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa que aún no tiene cura.
Aplausos hasta en la sala de prensa
Numerosas veces en pie, lágrimas en los ojos de muchos de los asistentes, aplausos interminables hasta en la sala de prensa han jalonado e interrumpido la intervención de Amores, director general de Juventud y Deportes de CLM y alcalde electo de La Roda, que ha recibido la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha por sus coraje y capacidad de superación demostrada luchando contra su enfermedad y por la labor de visibilización de la ELA que ha realizado sin parar.
Dos momentos resultado especialmente vibrantes y emotivos. Cuando ha cantado un estribillo de “Resurrección”, uno de los hitos del “Último de la fila” y Manolo García. “El 13 de noviembre de 2015… Me sentí como un halcón herido por las flechas de la incertidumbre… ¡Insurrección!”
El segundo momento más intenso y conmovedor ha sido cuando Juan Ramón Amores se ha puesto la nariz que tantas veces se puso Antonio Cepillo, el Capitán Optimista, el pediatra que llevó la alegría a los niños con cáncer en el hospital de Albacete, que hoy ha recibido una placa al mérito regional a título póstumo. Cepillo falleció por un cáncer hace uno meses.
«Nunca podré demostrar gratitud suficiente por regalarme este día»
“Uno nunca sabe cuando cumple un sueño o cuando se presenta delante de él y sin haberlo querido se convierte en uno de los mejores de su vida. Hoy es el día en el que el sueño se ha plantado delante de mí”, dijo.
Dirigiéndose al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, le expresó que “nunca podré demostrarte, demostraros, la gratitud suficiente por regalarme este día”.
Recordó cuando “un 13 de noviembre de 2015, a las 5 de la tarde mi vida cambió y cuando aparecieron mis dificultades salió la mejor versión de mi, con el apoyo de muchísima gente… Con mis padres, hermanos, Mónica, mi mujer; Jimena, Iván, mis hijos; amigos, con mis primos… Y con mi suegra, que hago broma para mandarla un abrazo porque anoche tuvieron que ingresarla”.
No se olvidó Amores de los muchos “nudos” de su cuerda que hubieran querido acompañarle hoy, pero no han podido” y enumeró una larga lista de nombres que calificó como “importantes en mi vida”. “Sin vuestro apoyo, me hubiera caído muchas veces. Sin vosotros el día de hoy tampoco hubiera existido”.
Palabras de cariño a su equipo para ganar las elecciones municipales en La Roda, pueblo en el que su partido, el PSOE, las llevaba perdiendo 32 años.
Pasión, emoción y sentido del humor
Mucha pasión en su intervención y sentido del humor, dos rasgos que definen su carácter y su personalidad, que no deja a nadie indiferente y que no para de despertar todas las emociones.
“Todavía alucino con el titular… “Manolo García y Juan Ramón Amores, Medalla de Oro de CLM, ¡ni más ni menos!”, dijo despertando la sonrisa y el aplauso de todos los presentes. “Mi cabeza no llega a entender cómo yo hoy recibo el mismo reconocimiento que recibe él o que recibió Iniesta, Almodóvar… Me hace sentirme muy pequeño, pero muy orgulloso del cariño recibido y muy orgulloso del cariño que hoy recibo aquí”.
Quiso compartir y dedicar al premio a la asociación Adelante CLM, de lucha contra la ELA, impulsada por sus hermanos David y Samuel. “Este premio es vuestros, sin lugar a duda, Adelante CLM”.
“Cuando a una persona le diagnostican ELA lo más fácil es quedarse como un burro amarrado a la puerta de un baile…”, leyó Amores, recordando de nuevo las letras de Manolo García…
Y siguió con ellas
“Desde aquel momento lo quiero todo, la espuma y el lodo”.
“Qué culpa tengo de que seas tan fiero…”.
“Sabes que todo los días no hace sol y si llueve, saldremos a la lluvia”.
La nariz de Cepillo y el estribillo de «insurrección», dos momentos inolvidables
“Me voy a saltar todos los protocolos por el capitán optimista, por cada uno de los héroes invisibles, como nos puso Paco Luzón, también de CLM y enfermo de ELA, por los de ayer que ya no están, por los que están ahora y los tres que cada día diagnostican va mi premio… Por la marea de gente que nos acompaña va ese premio”.
Fue un momento tan inolvidable como cuando cantó el estribillo de «Insurreción», uno de los éxitos de Manolo García: «Me siento como un halcón herido por las flechas de la insurrección…».
Y finalizó, con todo el mundo entregado, como siempre que Juan Ramón Amores habla: “Me llamo Juan Ramón Amores, soy enfermo de ELA y me despido con un mensaje de optimismo y esperanza nadie ha vivido mañana y debemos ser una sociedad que nunca se rinda. Les pido que se acuerden de vivir”.
Llegados a este punto es fácil entender y compartir, porqué el presidente de Castilla-La Mancha inició su intervención diciendo: “Después de oírte, no solo te merecías la medalla, es que se te queda pequeña”.