Aún queda un mes para disfrutar del Año Greco en Toledo, la ciudad que está homenajeando al pintor desde un ya lejano 18 de enero y que hasta el 9 de diciembre ofrece ‘El Greco: arte y oficio’, la exposición más original de las organizadas en este cuarto centenario y que alcanzará los cien mil visitantes.
El director general de la Fundación El Greco 2014, Jesús Carrobles, ha subrayado que esta exposición «es de obligada visita para todos aquellos interesados en el arte y, en particular, en la figura del Greco» y sostiene que están constatando la presencia de un público «muy especializado» que acude al Museo de Santa Cruz, además de uno más general.
Se trata de la última de las tres grandes exposiciones del Año Greco y desvela, en particular, cómo fue la actividad diaria de un pintor que tuvo que adaptarse a numerosos clientes para mantener su taller pero que, al mismo, no renunció a la calidad.
«En esta exposición vemos el Greco del día a día, un artista que está obligado a sobrevivir y a hacer una obra de excepcional calidad en un entorno muy complejo, como era la ciudad de Toledo a finales del XVI y en el XVII», ha indicado Carrobles.
Y añade que esta exposición es «novedosa» precisamente por esta faceta que descubre del pintor y que la diferencia de las otras dos grandes exposiciones de 2014, ‘El Greco y la pintura moderna’ -abierta hasta el pasado 5 de octubre en el Museo del Prado- y ‘El griego de Toledo’ -que estuvo entre marzo y junio en el mismo Museo Santa Cruz.
De hecho la exposición de primavera fue una antológica del pintor, como ya se habían hecho otras aunque la de Toledo fue la más «ambiciosa» de las habidas hasta el momento; y la del Prado también era un tema que se había trabajado en otras instituciones, por ejemplo en Alemania hace algunos años.
«NUNCA RENUNCIÓ A LA BELLEZA Y LA EXCEPCIONALIDAD»
Por este motivo, defiende que ninguna otra exposición se ha atrevido con el planteamiento de ‘El Greco: arte y oficio’ y afirma que «de alguna manera, esta es la aportación del Centenario a este nuevo Greco que tenemos que valorar; alguien muy distinto del artista de las grandes obras maestras, que también por supuesto, pero que necesita vivir, que tiene un taller muy amplio y que, sin embargo, nunca renuncia a la belleza y la excepcionalidad».
Las cifras dan vértigo: ‘El griego de Toledo’ contabilizó más de un millón de visitas en sus seis espacios de la ciudad de Toledo (una cuarta parte de ellas en el Museo de Santa Cruz); ‘El Greco y la pintura moderna’ cerró con más de 400.000 visitas en El Prado, y ‘El Greco: arte y oficio’ alcanzará las 100.000 visitas únicamente en el Museo de Santa Cruz, sin sumar sus dos sedes asociadas, la Catedral Primada y el Museo del Greco.
No obstante, Carrobles recalca lo que, a su juicio, es interesante más allá de las cifras: «La gente está reconociendo la marca ‘Toledo’. Este año ha supuesto, primero, una subida de orgullo cívico y, segundo, ha posicionado la marca ‘Toledo’ como hacía años que no estaba».
En la Fundación El Greco 2014 tienen claro que Toledo está recibiendo a «muchísima gente» que quizá no acuda a ver las exposiciones del Greco pero que «sin la difusión que estamos haciendo del Greco no visitarían la ciudad».
No es fácil seguir despertando interés en una conmemoración que empezó en enero con aquel concierto que congregó a miles de personas en las calles del Casco Histórico para seguir el repique de 50 campanas de diecisiete campanarios, pero en Toledo aún quedan jugosas iniciativas para este último mes.
QUEDAN AÚN JUGOSAS INICIATIVAS
Así, se han programado tres conciertos los días 6, 7 y 8 de diciembre en la antigua iglesia de San Pedro Mártir, a cargo del grupo Nereydas de Javier Illán, Zarabanda de Álvaro Marías y la Grande Chapelle de Albert Recasens, y habrá dos espectáculos de calle el sábado 15 de noviembre por la compañía Landén y el sábado 6 de diciembre con el grupo francés La Salamandre.
Carrobles explica que mientras Toledo está agotando su Año Greco cede el testigo de la conmemoración del cuarto centenario de la muerte del pintor a otras ciudades, como Nueva York y Washington que acaban de abrir exposiciones sobre el Greco.
«Hace unos años no lo iba a celebrar nadie, y hoy al final se va a celebrar en todo el mundo y, además, respetando el calendario impuesto por Toledo, que también es importante. Porque han entendido que Toledo tomó la iniciativa y han decidido sumarse pero sin competir», afirma con satisfacción el director general de la Fundación.