«Corazón y garras», un alegato a favor del amor, es la primera fábula del toledano Elías Ramos que narra la historia de dos seres -un leopardo y una gacela- que se encuentran en la rutina de la sabana africana y luchan contra la condición de ser depredador y presa.
Esta fábula, presentada hoy en el Círculo de Arte de Toledo, está dirigida a «toda clase de personas sensibles que sepan lo que es estar enamorado» y quizá los que la lean se identifiquen con algunos de los momentos vividos por sus protagonistas, según explica su autor en una entrevista con Efe.
Elías Ramos, conocido hostelero toledano, empezó a imaginar este relato «hace bastante tiempo» al vivir «un amor imposible». Luego, conoció los parques nacionales de África negra y, de ambas experiencias, surgió «Corazón y garras».
África le cautivó por «su humanidad» y por «su naturaleza» y porque allí «los sentidos no se cansan de recibir sensaciones y transformar la concepción» que cada uno tiene de su propia existencia, según explica.
De allí, salieron sus protagonistas, un leopardo y una gacela, una pareja que «tiene en el imaginario humano un perfil de belleza, de exótico y de místico» y que son un buen ejemplo de ese amor imposible.
Ramos, que lleva más de diez años escribiendo cuentos, relatos cortos y pseudopoesía, eligió para esta historia el género de la fábula porque permite «ir directamente al grano, sin pararse en complejas explicaciones de la psicología de los personajes ni de sus entornos».
Así, como toda fábula, «Corazón y garras» enseña algo: «la fe en el amor, que la esencia de los seres no está en lo físico, que hay que ser valiente cuando sabes lo que quieres y, sobre todo, que el amor es una energía renovable», explica su autor.
Para el escritor toledano, el amor es desde su idealismo, «el motor que mueve al mundo», y desde su realismo, «lo que frena la constante destrucción de la especie humana y del planeta y el responsable de la mayoría de las cosas bellas que crea el ser humano».
De hecho, se atreve a afirmar que es «un milagro» que dos personas, primero se conozcan, y además sus circunstancias les permitan «amarse con libertad» teniendo en cuenta que el amor tiene «muchas barreras en un mundo lleno de intereses, de estrés y de aislamiento por la realidad virtual».
«La probabilidad de que dos estrellas afines coincidan en la eternidad del tiempo es casi imposible, pero que además se encuentren en la inmensidad del universo es un milagro», finaliza la fábula.