En pleno Casco histórico de Toledo, concretamente en la Plaza de San Agustín número 4, la Asociación Cultural Grano de Arena ha empezado a impartir unos talleres y cursos muy atractivos, en el marco de una casa cuyo patio acaba de ser premiado en el último concurso del Corpus.
Así, monitores y monitoras imparten estos talleres: de costura y patronaje; pintura y dibujo; yoga; agricultura biomecánica; reciclaje y restauración de mobiliario; educación creativa para niños; pintura sobre telas de seda; música; y cuencos tibetanos.
Tanto los monitores (que se encargan de todo lo relativo a sus clases) como los alumnos son socios del colectivo, que sin un duro y a través del boca a boca han iniciado este proyecto educativo gracias a la cesión de un inmueble ideal durante seis meses por su dueña, la presidenta de la Asociación.
Logotipo de la asociación cultural Grano de Arena, organizadora de los talleres.
Hay una casa típica del casco histórico de Toledo, en la Plaza de San Agustín número 4, con su consiguiente patio primoroso, que es un marco ideal para albergar cursos y talleres. Así lo entendieron los miembros de la asociación Grano de Arena, cuyos socios se rebelan contra el desempleo ideando un proyecto ambicioso de enseñanzas que destaca por su variedad y utilidad.
Lo cuenta Soledad Arroyo Gil, una de las socias de la Asociación, que se encontró con una entidad ya creada desde 2012 a la que han dado un buen impulso. Hablaron entonces con la dueña del mencionado inmueble de la Plaza de San Agustín, que es la presidenta de la asociación Grano de Arena, a fin de que cediera su casa, para, tras acondicionarla, que fuera el marco de los cursos y talleres.
Acaban de empezar. Tanto los monitores como los alumnos deben formar parte del colectivo. Los propios monitores se encargan de acondicionar las salas y deciden los horarios, precios y todo lo que concierne a sus clases. La recaudación de los talleres va destinada por un lado a los gastos de mantenimiento de la sede y por otro a los propios monitores.
SEIS MESES DE MOMENTO, Y LUEGO PUEDE VENIR UNA SEGUNDA FASE
De momento el proyecto tiene una duración de seis meses, tras lo cual «se hará una valoración, una lectura de cómo ha transcurrido el proyecto, entrándose tras ello en una segunda fase del mismo», explica Soledad Arroyo.
Estos son los cursos que van a impartir los monitores y monitoras de la asociación Grano de Arena: costura y patronaje; pintura y dibujo; yoga; agricultura biomecánica; reciclaje y restauración de mobiliario; educación creativa para niños; pintura sobre telas de seda; música; y cuencos tibetanos.
Más adelante también habrá un taller de cine; y del 22 al 26 de junio, unas jornadas de cata de aceites.
Por último, Soledad Arroyo ha destacado el carácter participativo del proyecto, que ha crecido gracias al boca a boca. Y, sobre la sede que va a acoger la impartición de los talleres, recuerda que el patio fue premiado en el último concurso del Corpus de Toledo.
Educación y belleza: una buena combinación.