Historias de mujeres casadas ahonda en la intimidad femenina y es un grito en favor de las mujeres que llegadas a la madurez y convertidas en madres dejan de parecer interesantes a los ojos de una buena parte de la sociedad. Aunque la autora proclama apasionadamente que las mujeres de más de 40 «¡son perfectamente visibles, estupendas, hermosas, inteligentes…!».
La Biblioteca de Castilla-La Mancha acogió la presentación del libro, organizado por CIBRA (Festival del Cine y la Palabra de Toledo) e incluido en la programación del Festival FEM 2023, organizado por el Ayuntamiento junto a otras entidades de la ciudad con motivo del Día Internacional de la Mujer. La sala estaba a rebosar.
Protagonistas muy reales, historias de la vida misma
Cristina Campos fue desgranando anécdotas, vivencias personales, el origen de sus protagonistas y las tramas que envuelven la novela. También compartió las claves de cómo transcurre su método de creación y escritura cada vez que se enfrenta a un nuevo libro, un proceso que dura tres años y que incluye una disciplina de escribir cada día.
Como periodista y lectora, fue una auténtica experiencia presentar el libro junto a su autora. La novela narra con naturalidad la realidad de muchas mujeres contemporáneas atrapadas en unas vidas que nunca imaginaron. Vivimos en un mundo que hace invisibles a las mujeres pasada la edad de la lozanía física asociada a la juventud. Se nos llama mujeres de cierta edad como si fuera un eufemismo de algo terrible e innombrable con sus verdaderas palabras. Pero la Campos ha hecho caso omiso a estos prejuicios y nos ha regalado una historia cargada de buenos personajes femeninos, trama, tensión narrativa, sensibilidad, sororidad y entusiasmo por las excelentes cualidades que tienen las mujeres maduras, desgranadas una tras otra en el libro a través del día a día de sus protagonistas.
«Qué difícil es crear y criar»
Estamos en deuda con Cristina Campos por este libro que recoge esa etapa de la vida, la pone rostro y nombre propio a las emociones, vivencias, experiencias, anhelos, frustraciones, heridas, desafíos y retos de las mujeres, decididas a vivir tan plenamente como antes, pero con mucha más sabiduría.
Historias de mujeres casadas no ahorra detalles en sus retratos de las protagonistas y deja clara constancia de que su autora es perfecta conocedora y narradora de la psicología femenina. “Qué difícil crear y criar”, dice Eugenia, la jefa y casi «guía» vital para Gabriela -el personaje alter ego de la autora-, Cósima, Silvia y Eugenia, mujeres con talento y mucho que dar. Todas ellas, personas reales, confesó Cristina.
Cristina Campos rompe mitos
La novela también derrocha sororidad y rompe mitos como el de que las mujeres son las peores críticas para las mujeres, porque a lo largo y ancho de más de 400 páginas Gabi, Eugenia, Cósima y Silvia son las mejores amigas, las mejores salvavidas y las mejores juezas. Por cierto, el libro también da para hacerse una buena playlist y una maratón de buenas películas.
“Habría que revisar quién escribe la historia, señorita”, dice Helena Echavarría a Gabriela Salinas en el primer capítulo de Historias de mujeres casadas. Hay que apoyar y aplaudir que autoras como Cristina Campos escriban la historia y las historias de personajes como ellas.
La concejala de Igualdad, Ana Abellán, estuvo presente en la presentación del libro, junto al director del CIBRA, Gabriel Castaño y Sonia Asensio, responsable del Área de Literatura Abellán agradeció a la novelista su participación en el Festival FEM23. Cristina Campos es también la autora del betseller Pan de limón con semillas de amapola que Benito Zambrano llevó al cine con un guión firmado por ambos. La adaptación cinematográfica que se presentó en el Festival CiBRA en 2021 y que contó con todo el elenco de la película.
