La complicada orografía de Toledo hace que sean no pocos los callejones que discurren entre calles más anchas con un limitado espacio. La empresa toledana Rutas de Toledo, lanzó una propuesta a través de Facebook para localizar los puntos más estrechos de la ciudad. Con una lista de callejones candidatos y un metro en la mano, salieron a comprobarlo y este es el resultado.
Toledo, entre 89 centímetros y poco más de un metro
El callejón más estrecho es el de la Soledad. Se trata de una callejuela que sale desde la Calle de Santo Tomé, arteria de la Judería. Tan solo 86 centímetros de margen en el punto más cerrado. Una anchura no mucho mayor evidencia su existencia a mitad de la Calle Santo Tomé, por lo que no es extraño que pase desapercibida entre los souvenir que ocupan la calle. Según explican desde Rutas de Toledo, el callejón data de 1561.
Sin salir de la Judería, el callejón de San Cristóbal ocupa el segundo puesto por apenas 3 centímetros. Conectando el Paseo de San Cristóbal y la Travesía de San Torcuato, alcanza 89 centímetros.
En la parte oriental de la Catedral se ubica una serie de calles que lindan con el Alcázar. Entre ellas discurre el callejón del Toro, que une la calle del Lócum y la Plaza de San Justo, en una pronunciada pendiente. 90 centímetros es el margen que tienen los paseantes que utilicen esta calle.
Muy cerca también de la calle del Lócum está el callejón del Infierno, un pasaje sin salida de 91 centímetros que da acceso a varias viviendas. Entre la Catedral y la Plaza de Santa Isabel discurre el callejón de Jesús, un atajo de 92 centímetros que desemboca en la Escuela de Traductores de Toledo.
Y, cerrando el ránking, con 1 metro y 10 centímetros, se encuentra el callejón del Nuncio Viejo, que sale desde la calle del mismo nombre, cerca de una de las esquinas de la Catedral. Es uno de los pocos callejones con pasadizo que todavía se conservan en el Casco Antiguo.