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viernes, 22 de noviembre de 2024
Alcázar Real de Guadalajara.
Alcázar Real de Guadalajara.
Sale la Venta de Borondo. en Daimiel - 22 febrero 2019

En su interior se alojaron reyes y nobles castellanos. Llegó incluso a rivalizar en belleza con los alcázares de Sevilla y Córdoba. Pero poco queda ya de aquel antiguo esplendor del Alcázar Real de Guadalajara, que se encuentra en estado de total abandono y de ruina, por lo que la asociación Hispania Nostra lo acaba de incluir en su Lista Roja del Patrimonio.

Según informa esta asociación en una nota de prensa, este Bien de Interés Cultural, construido entre los siglos VIII y X y de titularidad pública, está situado en el centro de la ciudad de Guadalajara. La destrucción se produce el 22 de julio de 1936 con el ataque al cuartel mediante bombas incendiarias que dejan el edificio en llamas y en desuso. El ataque aéreo perpetrado por los rebeldes sobre Guadalajara el 6 de diciembre de ese año, el mismo que destruye el palacio del Infantado y gran parte de la ciudad, acaba con lo que quedaba de las instalaciones del alcázar, dejando en pie los pocos muros que hoy se ven. Desde entonces, comenzaron las primeras excavaciones arqueológicas para el estudio y consolidación de los restos que deja esta fortificación.


Su principal función como fortificación andalusí es la de proteger la entrada a la ciudad y vigilar el paso por el valle del río Henares y la Campiña. Durante la época cristiana cumple las funciones de palacio real a imagen de los Reales Alcázares de Sevilla y del Alcázar de Córdoba, que datan de la misma época, hasta su abandono y conversión, primero, en fábrica de sarguetas y, después, en cuartel militar, última utilidad que tiene hasta quedar destruido definitivamente en 1936.

Tal fue el esplendor y el prestigio que goza el Alcázar durante el reinado de la dinastía Trastámara, herederos de la dinastía Borgoña, que se celebran en sus dependencias las Cortes de Castilla en 1390, siendo rey Juan I, y en 1408, siendo regentes por la minoría de edad de Juan II, Catalina de Lancáster y Fernando de Antequera. En 1436 se celebra allí la boda del que sería años después segundo marqués de Santillana y primer duque del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza y Figueroa, con María de Luna, que en 1448, con el afianzamiento de la familia Mendoza en Guadalajara reciben de manos de Juan II el nombramiento de Alcaides del Alcázar de Guadalajara.

Sale de la Lista Roja la Venta de Borondo de Daimiel

Por otro lado, la Venta de Borondo en Daimiel (Ciudad Real) ha salido recientemente de la Lista Roja para incorporarse a la Lista Verde del Patrimonio, tras las obras de restauración parcial que comenzaron el pasado mes de diciembre gracias al apoyo económico de diferentes personas y entidades. Los trabajos se están centrando en la restauración de la torre, el muro del alzado oeste y su cubierta. La Asociación Cultural Venta Borondo y Patrimonio Manchego continúa trabajando para la recuperación integral del edificio.

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