La 35 edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro ha subido el telón con la inauguración de las XXXV Jornadas de Teatro Clásico, centradas en la influencia y presencia del judaísmo en el teatro. Las jornadas han comenzado con la conferencia «El judaísmo y criptojudaísmo en la comedia española», organizada por la Universidad de Castilla-La Mancha.
En la presentación, el codirector de las jornadas, Felipe Pedraza, ha subrayado el esfuerzo de continuar con una iniciativa que año tras año necesita una renovación permanente para mantener la calidad de los ponentes, así como de la temática.
Una actividad que para el catedrático de Literatura constituye una «buena ocasión para ver qué sabemos, qué investigamos y qué camino hay que seguir para llegar en un futuro a un mayor conocimiento de la materia objeto de las jornadas».
Estas jornadas reúnen a más de un centenar de académicos, investigadores del mundo de la escena y alumnos con el propósito de estudiar, a lo largo de tres días, la comedia española entre las comunidades judías en la diáspora; los dramaturgos judíos y criptojudíos, como Antonio Enríquez Gómez o Felipe Godínez; y la presencia del judaísmo en el teatro del Siglo de Oro español, en autores como Lope de Vega o Tirso de Molina.
En el acto ha estado presente la directora del festival, Natalia Menéndez, quien ha dicho que espera que este tipo de investigaciones, en especial la relacionada con el judaísmo, sirvan para que «el odio de las religiones y los ataques racistas de antaño no vuelvan a ser provocadas en nuestras épocas».
Por su parte, el alcalde de Almagro, Luis Maldonado, ha invitado a los participantes a recorrer «la huella del judaísmo» en las calles de la ciudad encajera donde la comunidad semita fue muy importante donde la convivencia fue «benigna».
Para ello, ha recomendado un recorrido por las calles César, San Agustín, Palomo y, a la vez, ha retado a encontrar los escudos de las familias nobles conversas del siglo XVI que habitaron el «gran centro financiero que era Almagro».
El director académico de la UCLM, Juan Antonio Mondéjar, ha incidido en el compromiso de la Universidad regional para trabajar con el Instituto Almagro de Teatro Clásico con la finalidad de afianzar la apuesta de la UCLM por la investigación que se realiza desde la institución académica.
Para comenzar las jornadas, Harm den Boer, de la Universidad de Basilea, ha disertado sobre los judeoconversos y el teatro bíblico.
Esta tarde, se analizarán los dramaturgos barrocos de origen judeo-portugués y la presencia de los hebreos en el teatro de Lope de Vega.
EL 6 DE JULIO SE ESTRENA «LA VIDA ES SUEÑO» CON BLANCA PORTILLO Y JOAQUÍN NOTARIO
Por otro lado, la actriz Blanca Portillo -en la presentación de «La vida es sueño» de Calderón de la Barca, que se estrena el 6 de julio en el Festival Clásico de Almagro- ha expresado la «emoción» que siente por interpretar el papel masculino de Segismundo, que ha marcado «un antes y un después» en su carrera y en su vida personal. Portillo ha dicho hoy que tiene unas ganas «tremendas» de enseñarlo al público y de mostrar la gran «honestidad» de un personaje que elige «ser un buen humano».
Ha considerado que su interpretación de un papel masculino puede ser una gran oportunidad para que «se abra la brecha», para otros actores y actrices, de elegir personajes «sin distinción de género».
En este sentido, su compañero de reparto Joaquín Notario ha destacado que el estreno de esta versión de «La vida es sueño» es un «gran momento histórico del teatro español» por la interpretación una mujer del personaje de Segismundo.
Portillo siente que Segismundo la estaba esperando gracias a que no tiene «un cuerpo de 90-60-90» o por «no tener una voz de quinceañera» que le hubiera apartado de un papel que le ha hecho ser mejor persona.
La intérprete de Segismundo ha dado las gracias a la nueva directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Helena Pimenta, por la valentía que ha mostrado en la puesta escena de toda la obra «sin pensar en los riesgos».
Por su parte, Pimenta ha confiado en que el espectador no se plantee el género del personaje y ha añadido: «No significa un reto para nadie, sino la oportunidad de que la sensibilidad y la experiencia se cuele en Segismundo y lo transmita al público».
Pimenta, que se estrena con la Compañía Nacional de Teatro Clásico en Almagro desde que asumiera la compañía el pasado septiembre, ha agradecido la acogida calurosa de la directora del festival, Natalia Menéndez, y por apostar por una obra que «dará mucho que hablar».
Menéndez, a su vez, ha informado de que las entradas del estreno están agotadas y que para los próximos días quedan «pocas» para presenciar una de las obras «estrella» del festival.
«La vida es sueño», de Calderón de la Barca, se representará del 6 al 15 de julio en el Hospital de San Juan en el marco de la XXXV edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro.
Está dirigida por Helena Pimienta con versión de Juan Mayorga y en el reparto figuran, además de Blanca Portillo, Marta Poveda como Rosaura, Joaquín Notario interpretando el papel de Basilio y Fernando Sansegundo, como Clotaldo.