El Museo del Ejército de Toledo ha presentado este lunes la exposición temporal ‘Blancos, pardos y morenos. Cinco siglos de americanos de España en el ejército’, con la que se quiere dar a conocer y reivindicar larga presencia de indígenas, mestizos y afrodescendientes americanos en los ejércitos de España y su destacado protagonismo en la historia.
Esta muestra temporal, que han dado a conocer este lunes el comisario, coronel retirado José Manuel Guerrero, y el director del Museo del Ejército, el general de brigada Jesús Arenas García, permanecerá abierta hasta mayo de 2025.
Dividida en cuatro ámbitos, ‘El encuentro entre dos mundos’, ‘La defensa de las Indias’, ‘Bajo las banderas del rey’ y ‘De Marruecos a Afganistán’, ofrece un recorrido que va desde la conquista, las milicias de Nueva España, los ejércitos realistas en la emancipación americana hasta la presencia de hispanoamericanos en la Legión o la Guerra Civil, para terminar llegando a las fuerzas armadas del siglo XXI.
La conquista americana no habría sido posible sin los enemigos de los aztecas
Para dimensionar la vinculación de los americanos de España con el ejército español, el comisario de la exposición ha aseverado que la «tremenda gesta» que supuso la conquista, «sin igual en la historia de la humanidad», no habría sido posible sin la ayuda de todas las naciones que estaban enemistadas con el Imperio Azteca.
«Pizarro no hubiera podido entrar nunca en la capital del Imperio Inca sin aprovecharse de la guerra intestinal que había entre las facciones de lo que era el Tiahuanaco. Fueron ayudados, como verán luego en la exposición, por un número importantísimo de aliados», ha dicho.
Dicho esto, Guerrero ha explicado que la exposición cuenta con gran cantidad de fondos, tanto del Museo del Ejército, como de otras instituciones que tenían que estar presentes. «Evidentemente, entidades como el Museo de América en Madrid, el Archivo General de Indias de Sevilla o el Archivo de Simancas», ha precisado el comisario, que ha añadido que también se ha pedido apoyo al Museo del Prado, al Museo-Biblioteca Víctor Navarrete, al Museo Arqueológico, así como a coleccionistas particulares.
Dicho esto, ha puesto el foco en que «el gran peso de la exposición», que muestra unas 150 piezas originales, lo ha llevado el Museo del Ejército, que ha implicado a todos sus departamentos, al tiempo que ha agradecido el papel de los voluntarios del Museo, «a la hora de guiar las visitas que se van a desarrollar durante todos estos meses».
«Integración de pueblos, razas y culturas»
Por su parte, el directo del museo, tras encuadrar la muestra en el concepto de «hispanidad», ha destacado que ese encuentro «sublime entre dos mundos profundamente desconocidos y diferentes, lejos de venir en un choque brutal que hubiera supuesto la aniquilación étnica o cultural de pueblos, supuso la integración de numerosos pueblos, razas y culturas de ambos lados del Atlántico de lo que da fe el fenómeno del mestizaje».
«Una fusión de pueblos y razas que fueron capaces de constituir una sola nación, emprender un proyecto común y vivir una larga historia de desarrollo y de progreso compartida y además de construir todos juntos una civilización, la civilización hispánica», ha reparado.
Y es que Arenas García ha puesto el foco en que durante los más de 300 años de Virreinato ninguno de los 13 reyes que se sucedieron en la Corona española dudaron de que aquellas tierras no eran colonias, sino España, y por ello a sus moradores, «les dio lo mejor que tenía».
«Les dio su fe, algo poco relevante en las sociedades actuales, pero que constituía el bien supremo de la época; les dio valores de humanismo cristiano; les otorgó derechos que nunca antes habían tenido y les proporcionó servicios educativos, sanitarios o urbanísticos. Y les concedió incluso privilegios singulares, como el hecho de que no podían ser juzgados por la Inquisición en atención a su procedencia pagana».
Así las cosas, además de sostener que «España no impuso la fe», pues «los indígenas acogieron y abrazaron la fe de un Dios que les amaba y que había muerto por ello cuando sus dioses, que permitían incluso sacrificios humanos, les habían fallado», ha aseverado que España «invirtió mucho más en América que en la península», pues las ciudades americanas lucían a principios del siglo XIX «con igual o mayor esplendor que las ciudades peninsulares».
«Este es el legado que España dejó en América junto a un riquísimo patrimonio histórico, artístico y cultural que allí queda, además preservando y protegiendo el patrimonio preexistente. Y este legado y esta extraordinaria historia fue obra, como no, de los españoles. Poco de lo que pedir perdón y mucho de lo que sentirse orgullosos. Pero fue obra de todos los españoles, indígenas, blancos, pardos y morenos. Porque el imperio español fue tanto de indígenas, mestizos, afrodescendientes y mulatos, como de peninsulares y criollos. Todos construyeron la civilización hispánica y la defendieron en muchas ocasiones», ha dicho.
Por ello, se ha mostrado gratificado de que esta exposición sirva como «homenaje de gratitud y acto de justicia hacia todos aquellos españoles, indígenas, blancos, pardos y morenos, que sin distinción de raza y de procedencia, fueron capaces de construir una sola nación, emprender un proyecto común y vivir una larga y enriquecedora historia compartida y además de construir la civilización hispánica».
El general de brigada Jesús Arenas García ha terminado poniendo en valor el trabajo del comisario de la muestra, «gran conocedor del tema», que ha realizado «un magnífico trabajo con una adecuada selección de las obras, un magnífico discurso expositivo y un exquisito rigor histórico, que ha salido a plasmar de forma magistral tanto en la propia exposición como en el catálogo de la misma».
«Muchísimas gracias José Manuel por estos dos intensos años de trabajo, trabajo generoso, desinteresado, por el que no ha recibido remuneración alguna», ha subrayado.