El Museo Sefardí de Toledo, ubicado en la Sinagoga del Tránsito, ha registrado un total de 297.277 visitas en 2013, lo que supone un ligero aumento de visitantes (0,46 por 100) respecto a las acumuladas en 2012, cuando se contabilizaron 295.889.
Según la información a la que ha tenido acceso Efe a través de la web de Museos Estatales, el mes que este centro cultural recibió más visitas fue abril, con 33.829 visitas.
A continuación, mayo -con 33.761 visitas- y marzo -con 33.274- fueron los meses que siguieron en número de visitantes.
Sin embargo, el mes con menor afluencia de público fue enero, con 11.481 visitas, seguido de febrero, con 17.000, y julio, con 19.928.
La estructura actual del Museo Sefardí se remonta a 2003, cuando se renovaron las salas del museo y se actualizó el discurso expositivo.
El objetivo fundamental de la exposición permanente de este museo es dar a conocer la historia de los judíos en España, su llegada a la Península Ibérica en época romana, su «Edad de Oro» cultural durante la Edad Media, su expulsión por los Reyes Católicos en 1492, cuando se originó la rama judía sefardí, y el fenómeno de la conversión y su persecución por la Inquisición.
Sin embargo, el guión expositivo no termina en este año mítico de 1492, sino que continúa hasta la actualidad al poner el foco de atención en el desarrollo de las comunidades sefardíes por todo el mundo.
Todo ello, expuesto en cinco salas, organizadas bajo las denominaciones «Los judíos en el Antiguo Oriente», «Los judíos en época romana y visigoda», «España Cristiana, siglos XIII-XV», «Los Sefardíes» y la galería de mujeres de la sinagoga, que alberga «El ciclo vital y festivo.
Además, el espacio expositivo del museo también incorpora los dos patios del edificio, ya que en el del norte se encuentra el «Jardín de la Memoria» y en el oriental, una excavación arqueológica.
La Sinagoga del Tránsito o Sinagoga de Samuel ha Leví está considerada una de las más bellas sinagogas medievales conservadas en el mundo.
Este templo fue mandado erigir a mediados del siglo XIV por Samuel ha Leví Abulafia, que ocupó en la corte del Rey Pedro I de Castilla diversas funciones como oidor de la audiencia, diplomático y tesorero real.