El Museo Sefardí de Toledo conmemora el Día oficial para la Memoria del Holocausto con una exposición documental que muestra la respuesta de la sociedad civil búlgara a la política antisemita de los nazis, que impidió que ninguno de los 48.000 judíos búlgaros fuera deportado a campos de concentración.
La exposición, que se ha inaugurado hoy con la presencia del embajador de Bulgaria en España, Ivan Kondov, se exhibirá durante dos semanas para que institutos, centros educativos y público en general conozcan lo que pasó en Europa en aquella época, según ha explicado Santiago Palomero, el director de este museo ubicado en la Sinagoga del Tránsito.
Por su parte, Kondov ha destacado que Toledo «es una amalgama de culturas y un magnífico ejemplo de la convivencia perfecta entre el pasado y el presente», por lo que ha mostrado su satisfacción por presentar precisamente en la Sinagoga del Tránsito esta exposición documental, que ha recorrido ya 50 países.
Kondov ha indicado que comunidad judía en Bulgaria, que está integrada por judíos del Imperio Bizantino que se quedaron en el país y los judíos sefardíes que llegaron en su mayor parte de España, ha sido siempre una parte importante de la sociedad búlgara.
La comunidad judía ha contribuido en todas las esferas a la configuración de la sociedad búlgara contemporánea, por lo que la salvación de los 48.000 judíos que vivían en Bulgaria entre 1940 y 1944 y lograr que ninguno de ellos fuera deportado a los campos de concentración y de exterminio nazis «es un motivo de orgullo para la nación búlgara», ha aseverado el embajador en España.
Por su parte, la consejera de Cultura de la Embajada, Violina Petkova, ha destacado la fuerza de la sociedad civil búlgara, intelectuales, Iglesia Ortodoxa, profesores e incluso diputados, que se negaron a cumplir la ley antisemita de Hitler, a pesar de estar en la órbita de la Alemania nazi entre 1940 y 1943.
En este sentido, Kondov ha apuntado que este episodio «debe hacernos reflexionar y extraer conclusiones importantes para la cada vez más complicada realidad de hoy en día, algunas de ellas muy actuales como la agresividad, la persecución colectiva y la segregación racial étnica y religiosa».
«Es muy importante que hoy lo tengamos presente, que no cometamos el mismo error de entonces y hagamos una lección universal de este capítulo de la historia búlgara sobre el gran desafío de la actualidad de consolidar la cultura de la solidaridad y la tolerancia para generar convivencia, paz y democracia».
El embajador ha tenido un especial reconocimiento para la Iglesia Ortodoxa búlgara, que fue la única institución religiosa en las tierras controladas por Hitler que declaró oficialmente su posición y ha subrayado que por esta razón acaba de ser nominada ante el Comité de los Premios Nobel por iniciativa de destacados ciudadanos del Estado de Israel.
También ha tenido palabras de recuerdo para el diplomático español Julio Palencia, destinado a la Embajada de España en Sofía entre 1940 y 1943, que salvó la vida de unos 800 judíos expediéndoles documentos españoles.
Incluso llegó a adoptar a dos niños judíos, ha comentado Kondov, quien ha sentenciado: «Su hazaña no quedará en el olvido».
A su vez, Palomero ha destacado que la época en la que se construyó la Sinagoga del Tránsito, en Toledo, había una ventana de tolerancia «que todavía sigue siendo hoy ejemplo para el mundo» y ha confiado en que sirva de referencia «incluso para aquellos intolerantes que hoy siguen cometiendo errores con la historia, en vez de aprender de ella».
Al acto de inauguración ha asistido también la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Toledo, Rosana Rodríguez, que ha expresado su deseo de que la exposición sirva para tender puentes entre las personas que permitan superar las diferencias y ha tenido un recuerdo para los judíos sefardíes, muchos con orígenes en Toledo, que murieron en los campos de concentración nazis.