Aitor Saraiba es un ilustrador y escritor, o escritor e ilustrador (ya saben, el orden de los factores no altera el producto), de Talavera que publicará en breve su tercera novela gráfica, que seguirá siendo autobiográfica.
Para conocer la historia de Aitor Saraiba hay que remontarse a su primera novela gráfica «El hijo del legionario», donde se presentaba: «Nací en Talavera de la Reina en 1983, el 1 de junio, mi padre cumple los años el mismo día, durante años esto es lo único que hemos compartido. Talavera tiene muchos barrios, el mío es Patrocino de San José, y no, no es lo mismo ser de Talavera que ser de Patro».
Tras publicar «Pajarillo» en 2012, ahora está a punto de finalizar la tercera entrega: «Nada más importa».
Elvira Lindo llegó a destacar de él cómo el arte ayudó a Saraiba a escapar de un destino incierto, a salir del armario y a perdonar al legionario. Así lo cuenta en su novela, en su diario.
Una novela que fue planteada como «si nunca fuese a ser leída», contaba el escritor talaverano a Encastillalamancha. De hecho, «nunca pensé que iba a tener la repercusión que tuvo en el lector», que probablemente agradeció la honestidad con la que está escrita porque «el tipo de cultura que me interesa es la que es honesta con el creador y con el espectador».
EXPOSICIONES, RELATOS…
Saraiba llevaba años centrado en el mundo del arte (es licenciado en Bellas Artes por la UCLM). Fue un «proceso muy lento» y «duro» hasta que encontró un lugar para exponer y una editorial para publicar, lo que sucedió hace dos años, pero antes «yo me hacía mis autoediciones». Las grapaba, las fotocopiaba, las distribuía…
Llegó «El hijo del legionario» y conquistó a sus seguidores, que entendieron a partir de ese momento toda la obra del autor. «Mucha gente que seguía mi obra desde hacía tiempo al leer el libro… Fue como un manual de instrucciones para entender todo lo que había hecho. El público lo entendió».
El día 22 de octubre estará a la venta «Nada más importa», el libro «más largo que he hecho hasta ahora», donde hay muchos personajes y sigue siendo su vida contada al mundo en una novela gráfica.
Por supuesto, uno de los escenarios será Talavera, «es imposible que no salga», porque «es el lugar de donde soy, donde vive mi familia…».
Precisamente, el respeto por su tierra le ha llevado también a trabajar la cerámica y promocionarla en otros países. Humildemente reconoce que «estamos (él y el Centro Cerámico de Talavera que es con quien trabaja) intentando hacer todo lo que podemos por la cerámica de la tierra». De hecho, están apostando por unir a la tradición la modernidad, porque «pueden convivir juntas». Eso sí, «intentamos ser lo más fieles posibles, intento aportar lo que puedo desde mi humilde opinión y mi humilde posición».
La vida de esta artista talaverano que reside en Madrid le ha enseñado muchas lecciones y le ha llevado a agarrarse a sus ideas que «podían ser una estupidez, pero igual no». Por eso, echando la vista atrás y viendo lo que le ha aportado creer en sus ideas, recomienda «creer más en uno mismo y no en los otros, porque todos tenemos un potencial gigante para hacer lo que sea».
Ilustración de Aitor Saraiba.