Durante la reforma que se está llevando a cabo en la panadería situada en el número 15 de la calle Santo Tomé de Toledo, han identificado los arcos de lo que posiblemente sea una mezquita. El hallazgo se produjo durante el control arqueológico por parte de los técnicos del Ayuntamiento. Dos arcos, uno de herradura y otro polilobulado o angrelado han quedado al descubierto. La configuración de la fachada es similar a la existente en el Cristo de la Luz.
La fachada de esta antigua mezquita la comparte este local reformado junto con la tienda contigua. Durante los trabajos de instalación eléctricas se localizaron los restos de dos arcos. Del primero de ellos, quedaron visibles 60 centímetros y es un arco de herradura. El segundo, el equipo arqueólogo ha determinado que se trata de un polilobulado o angrelado. Además, se cree que pueda existir otro arco, también de herradura.
Por la configuración de estos arcos a pie de calle, el equipo arqueólogo que planteó la hipótesis de que se trate de restos de la entrada norte de una antigua mezquita medieval islámica, de los siglos IX a XI. Esta localizada justo al lado de la iglesia de Santo Tomé.
La fachada exterior de esta mezquita es similar a la del Cristo de la Luz, salvo por la posición de los arcos. En la del Cristo de la Luz el arco central es de herradura y en esta mezquita descubierta es polilobulado.
Según el equipo arqueólogo que ha redactado el informe del hallazgo, los materiales de construcción son de gran calidad, tanto el ladrillo como el mortero de cal y su acabado final.
La disposición de su traza, adosada a la Sacristía de la iglesia Santo Tomé, parece indicar que existió una cohabitación entre ambos edificios, de distinto credo, aspecto este destacado por el arqueólogo, quien ha señalado que los restos hallados fueron documentados y convenientemente protegidos y tapados para poder realizar la rehabilitación del local y que el propietario pudiera desarrollar su negocio con normalidad.
Por su parte, el concejal de Urbanismo Teo García ha señalado que desde el primer momento el Ayuntamiento ha tutelado la intervención «para garantizar que los restos no se vieran afectados por las obras» y ha adelantado que los trabajos para documentar mejor el hallazgo se continuarán desde la Sacristía de Santo Tomé, con técnicas «no invasivas» que permitan conocer mejor todas las características del inmueble.