La cineasta Pilar Miró recibió a título póstumo el Premio «Alice Guy» que concede el Festival del Cine y la Palabra, CiBRA, un premio con el que reconoce su labor por toda una vida dedicada al séptimo arte y por su lucha a favor de la igualdad de género en este sector.
En un acto que tuvo lugar el jueves en Toledo su hijo, Gonzalo Miró, recogió este galardón. Durante su intervención se mostró «muy orgulloso» por su madre: «Pocos nombres despiertan tantas emociones como el de mi madre 22 años después de fallecer y 40 después del rodaje de su famosa película», aseguraba. «Me encanta el reconocimiento que le están haciendo la mayoría de festivales nacionales a mi madre», añadía en el aula magna del Paraninfo de San Pedro Mártir del Campus Universitario de Toledo.
Desde CiBRA ponen de manifiesto que Pilar Miró (1940-1997) fue la gran pionera del cine español y la persona que luchó por la incorporación de las mujeres en el cine, así como en la pequeña pantalla. Llegó a dirigir hasta nueve películas entre 1976 y 1996 y cuenta con dos premios Goya al Mejor Guión Adaptado y Mejor Dirección por su filme «El perro del hortelano».
Previo a la recogida del galardón, se proyectó la película documental «Regresa El Cepa», el film del director Víctor Matellano que retoma, 40 años después del rodaje, los escenarios naturales en los que Pilar Miró grabó su obra más polémica y la que la puso al borde del abismo. «El crimen de Cuenca», rodado en agosto de 1979 en Belmonte y otros pueblos cercanos, forma parte de la historia del cine español por el simbolismo de su estreno como avance de la democracia y la libertad de expresión, ya que su llegada a las salas estuvo paralizada durante 19 meses debido a la acción de la autoridad militar.
El largometraje se basa en el caso real de las torturas y el encarcelamiento de José María Grimaldos, El Cepa, en la localidad conquense de Osa de la Vega en 1910 a quien, sin embargo, volvería a verse por la zona años después. La película iba a estrenarse en diciembre de 1979, pero la justicia militar lo impidió al retener las copias, censura que retrasó su exhibición hasta agosto de 1981.
«Hablar hoy en día del secuestro de esa película supone reflexionar sobre la libertad de expresión de entonces y de ahora. No dejo de ponerme en la piel de Pilar Miró sabedora de que podría ser protagonista de un auténtico consejo de guerra por declararse autora de una película sobre unos hechos reales», explicaba el director.
El director ha reunido en 40 entrevistas los testimonios más relevantes, desde los actores José Manuel Cervino, Francisco Casares o Héctor Alterio, la guionista Lola Salvador y la productora Sol Carnicero, así como políticos, periodistas y críticos, además de juristas y abogados para «demostrar que el cine cambia cosas».
En el acto de entrega del galardón estuvo presente también Guillermo Montesinos, el que fue El Cepa en «El crimen de Cuenca» del 81 y el que ahora es el hilo conductor del documental. Recordaba que, aunque la película estaba secuestrada, salían en todas las noticias de revistas y periódicos, «eso fue el impulso por el que hubo un aluvión de gente cuando finalmente se estrenó».
CiBRA, el festival de Cine y la Palabra, está apoyado por el Ayuntamiento de Toledo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación provincial de Toledo y el Ayuntamiento de la Puebla de Montalbán.