miércoles, 27 de noviembre de 2024
Un clásico revisitado 02/10/2013junio 12th, 2017

«¡Alcalde! ¡Todos somos contingentes, pero tú eres necesario!», es una de las tantas frases memorables de ese hito del surrealismo cinematográfico español titulado «Amanece, que no es poco», un film que «hoy no la haría nadie, por corrección política», afirma su director y guionista, José Luis Cuerda.
A poco de cumplirse los 25 años de su estreno -en enero de 2014-, Cuerda cree que es el momento adecuado de publicar el guion (editorial Pepitas de Calabaza), por una «necesidad vital, la de dar a conocer más detalles de una de las películas de culto por excelencia del cine español, explica.

Los lectores podrán contemplar fotos del rodaje, descubrir escenas que quedaron fuera del montaje final y conocer testimonios de Cuerda sobre el proyecto de serie que nadie compró, o la cinta precursora, «Total», que narraba de forma hilarante el apocalipsis en un Londres rural con Manuel Alexandre y Agustín González.


Cuerda ignora los motivos por los que hoy el largometraje es tan querido por el público, y evoca la denostación sufrida desde su estreno por una crítica «demasiado esclava de los manierismos», más preocupada «por los criterios estéticos que por los éticos».

Sin embargo, se atreve a aventurar que uno de los motivos de la fiebre entre los fans de «Amanece, que no es poco» parte de la manera de acercarse a la realidad, «poco habitual», que aborda «sin pudores» toda clase de asuntos y que despliega en sus numerosas historias una filosofía «clara».

EL «DELIRIO DE LOS AMANECISTAS», ASÍ LOS LLAMA CUERDA

El delirio de muchos «amanecistas», como se refiere el realizador a los incondicionales de la película, les lleva a organizar reuniones que recrean la estética de la película, y muchos terminan cantando a pleno pulmón la canción didáctica sobre el corazón con la que el maestro don Roberto dirige a los niños de la escuela como si fueran una orquesta, en una de las escenas más memorables del filme.

El libro también sirve, explica el director, para que los lectores «encuentren respuestas a muchísimas cosas que viendo la película se hayan preguntado», escenas como el nacimiento de personas adultas en los cultivos, a modo de plantas, que para él es «una interpretación hiperliteral del hombre enraizado en su tierra».

«Amanece, que no es poco» arranca con la llegada de Jimmy y Teodoro a un extraordinario pueblo formado por personas increíbles como una mujer que da a luz cada 10 minutos, un borracho que no ve doble cuando bebe sino que se desdobla y lugareños que solicitan que la nueva querida del alcalde sea «comunal y turgente».

Los personajes viven situaciones excepcionales con la máxima naturalidad, como Ngé Ndomo, que no puede entrar a la iglesia «por ser catecúmeno y negro como un tizón», o el propio Jimmy, que mató a su mujer «porque era muy mala», una «blasfemia contrahumana», escribe Cuerda en el libro, que según su criterio impediría que «Amanece, que no es poco» volviera a rodarse en el siglo XXI.

UN REPARTO DE LO MÁS VERSÁTIL DEL MOMENTO

La película contó con uno de los repartos más versátiles del momento, en la línea de otras producciones del autor como «El bosque animado» y «Así en el cielo como en la tierra», con nombres como los de Antonio Resines, José Sazatornil, Luis Ciges, Gabino Diego, Cassen y Enrique San Francisco, entre otros.

Pepitas de Calabaza, así llamada por la charla que un labrador mantiene con su hortaliza en «Amanece, que no es poco», edita así el guion de la película que les dio nombre, algo que Cuerda agradece «por su espíritu editorial y por su enorme esfuerzo», y planea para 2014 el lanzamiento de «¿Son de alguna utilidad los cuñados?», que recopila textos del guionista de cine Rafael Azcona.

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