La IV Muestra de Oficios Artesanos “Villacañas Artesana” contó con 31 puestos de artesanía que ofrecieron a los visitantes sus creaciones en modalidades muy variadas. Se han podido ver puestos de productos naturales para el bienestar, caprichos de fieltro, tejas en relieve, abalorios, artesanía en madera, plata y piedras semipreciosas, sombreros y tocados, cerámica y bordados, entre otras cosas.
No faltaron puestos con gastronomía tradicional como quesos, barquillos, pirulíes, vinos u otros productos de repostería casera. Además de aquellos trabajos realizados con esparto de las manos artesanas de los mayores que realizaban su arte mientras algún joven intentaba aprender el arte de hacer pleita para quizás forrar unos botes y hacer de ellos unos cómodos serijos o aquellas escobas de panizo.
El alcalde, Santiago García Aranda, recorrió el domingo al mediodía todos los puestos acompañado por varios miembros de la corporación, entre ellos la concejala de Industria, Comercio, Turismo y Artesanía, María del Mar Muñoz. Durante la visita charlaron y se preocuparon del trabajo de los artesanos. García Aranda les transmitió su felicitación por el trabajo realizado cada año pensando en esta feria, y que es lo que atrae a los villacañeros y los visitantes que durante estos días se han paseado por la plaza de España.
El alcalde destacó que la feria se ha consolidado difinitivamente en el calendario local como un evento esperado con muchas ganas por los artesanos y por los propios vecinos. Además, explicaba, «es una cita que ayuda a revitalizar un poco más la zona centro del pueblo y que está convirtiendo a Villacañas en un referente comarcal en materia de artesania».
El alcalde reconocia que, si bien no es la panacea, la artesanía sí puede tener importancia en cuanto al autoempleo o ser un complemento para la economia famíliar, algo muy importante en una situación como la actual. «Villacañas Artesana» es, en palabras de García Aranda «una actividad más de promoción del municipio», que se suma a otras propuestas como la feria de stock o la ruta de las tapas, con las que se intenta añadir valor a lo que se hace en Villacañas.