Francisca de Pedraza y sor Juana Inés de la Cruz, dos mujeres del Siglo de Oro y, sobre todo, dos mujeres adelantadas a su tiempo, que hoy son dignas de admirar y que serán homenajeadas en el próximo Festival de Almagro, puesto que dos obras sobre sus figuras se estrenarán en la cita almagreña, unos proyectos que han cobrado vida gracias a la convocatoria de ayudas de teatro clásico que han impulsado el propio festival y el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Rompedoras de techos de cristal y pioneras, aunque por causas bien distintas, estas dos mujeres serán protagonistas de las obras que llevan por título el nombre de las homenajeadas y que van a ser representadas por «Producciones 099″, de Daimiel (Ciudad Real), y «Al hilo teatro», de Albacete.
Las obras ha sido seleccionadas como las ganadoras de esta convocatoria de ayudas, que tenía como objetivo inducir y estimular la producción artística de propuestas del Siglo de Oro, en este caso con una mirada abierta, feminista, americanista, accesible e inclusiva.
«La aportación feminista de sor Juana al Siglo de oro»
La propuesta que llevará a Almagro a Sor Juana Inés de la Cruz es una obra que dirigirá Claudio Hochman, en cuya adaptación ya está trabajando «Al hilo teatro», una compañía impulsada por Laura Torreglosa, que además será actriz y productora de la obra.
Precisamente con Torreglosa charlamos en encastillalamancha.es, para conocer algunos detalles sobre esta obra en honor a una mujer prodigiosa que logró hacerse un nombre en la literatura española del Siglo de Oro.
El perfil de la convocatoria les llevó a elegir a esta escritora novohispánica, puesto que encajaba al 100 por 100. Un personaje que «fue una niña prodigio, con ocho años escribió un poema y se hizo un hueco en la literatura española del Sigo de Oro», explica la artista albaceteña, quien antes de afrontar el reto con la nueva compañía estuvo 15 años con Eureka Teatro y realiza el Cuentacuentos en Albacete desde hace décadas.
«Nuestra labor es parecer que el doble tirabuzón es fácil»
La «belleza del texto», unida a la complejidad del propio personaje y de la misma obra, ha hecho que la motivación por sor Juana haya ido en aumento. Se trata de una obra de «comedia de enredo inspirada en el mito del minotauro», indica, ya que «el laberinto está presente en lo que les pasa a todos los personajes, el deseo de venganza, el deseo de amor, eso es lo primero que plantea», explica, pero subraya que merece mucho la pena «cómo se resuelve todo».
Un texto que ahora están trabajando, porque fácil no será llevarlo a las tablas de Almagro. «El texto en sí mismo es un laberinto, unos versos riman, otros no, las frases son difíciles», pero el reto que les plantea lo hace más interesante todavía: «Nuestra labor es parecer que el doble tirabuzón es fácil«, bromea Torreglosa.
«Nos gusta que la gente joven vaya al teatro, actualizamos las versiones, intentamos enfocarnos en nuestro tiempo, acortando, haciéndolo dinámico, acercando a sor Juana a este momento», asegura, pero eso sí: «Sin olvidarnos de la fuerza y belleza del original«.
Y es que pretenden que todo aquel que se acerque a esta figura tan relevante en su tiempo, pero a la vez un poco desconocida en la actualidad, «le sea fácil encontrar el mensaje, sor Juana no podría decir las cosas abiertamente como cualquier escritor de la época, por eso su mensaje feminista queremos que llegue más claro al espectador«.
Torreglosa también está ilusionada con la vuelta a Almagro, donde lleva más de una década sin actuar. «Es una sensación preciosa», reconoce, además de la importancia que tiene exponer esta obra «en un escaparate como Almagro».
La actriz reconoce que sin esta ayuda «no actuaríamos en Almagro». No son tiempos buenos para la cultura en general, tampoco es «el mejor momento de las ayudas», asegura, pero gracias a este empujón pueden lanzar esta obra y arrancar con la compañía. Quizás no es la bocanada de aire definitiva, pero sí supone «un suspiro» para este sector tan golpeado.
La cultura es segura y, tal y como subraya, «el teatro es seguro, se reúnen las condiciones para estar a gusto, nadie se quita la mascarilla, se mantienen las distancias, no se interactúa, para tomarte una Coca-Cola te tienes que quitar la mascarilla, pero aquí la gente es consciente de mantener las normas a las que ya nos estamos acostumbrandos».
«Una superviviente y un ejemplo a seguir»
La otra de obras surgió de la «necesidad que tenemos de contar esta historia», según la directora de la misma, Fredeswinda Gijón. Una vida «muy poco conocida», pero también es otro de los personajes femeninos «que han marcado la historia». Una luchadora que logró que un tribunal reconociese que era víctima de la violencia contra la mujer. Fue en el Siglo VII, pero hasta siglos después no se comenzó a hablar de ella y ahora se verá reflejado en un entorno incomparable: el Festival de Almagro.
«Nos hemos juntado un equipo que tenemos muchas ganas de hacer teatro juntos y que llevamos mucho tiempo sin poder hacerlo», cuenta directora. «Es un proyecto muy ilusionaste para nosotros y que nos hayan aceptado esta subvención nos ha dado mucha ilusión porque ya sabemos cómo está la cultura», añade.
Unas 10 personas formarán parte del proyecto, unos profesionales «que llevamos toda la vida haciendo teatro, pero que no hemos tenido antes otra ayuda y además hace ilusión que sea en nuestra tierra», festeja Fredeswinda, quien además se enfrenta al su primer reto en la dirección de obra en Almagro, puesto que sus anteriores visitas había sido como actriz.
El proyecto todavía está en sus fases iniciales, pero la artista ya esboza algunos detalles del mismo. «Vamos a comenzar desde el principio, toda su vida, porque es lo que la marcó y lo que la hizo fuerte, era una niña huérfana, se crió sin padres, y fue una superviviente y un ejemplo a seguir«.
«Historias así tienen que se contadas»
Su historia no salió a la luz hasta que la contó el historiador de la Universidad de Alcalá, Ignacio Ruiz, aunque su figura está empezando a ser reconocida y, de hecho, esta universidad otorga cada año un premio contra la violencia de género que lleva el nombre de Francisca de Pedraza.
Este proyecto cuenta con el visto bueno del Instituto Quevedo de las Artes del Humor, la Fundación Francisca de Pedraza y de la propia universidad. «Estamos muy respaldados, nos movimos mucho para intentar encontrar apoyos para hablar de Francisca», subraya Fredeswinda.
El equipo ya está trabajando en la obra y en 2021 «nos ponemos a levantar Francisca con un montón de ilusión, con un equipazo de gente que nos apreciamos y respetamos, estamos muy agradecidas y si no fuera por la ayuda no podríamos haber levantado este proyecto en este momento», afirma.
«Historias así tienen que ser contadas, anteriormente solo se había contado en un cómic», explica, pero nunca ha sido llevado a las artes escénicas. «Esperamos que podamos levantar el proyecto y que se llene de público», concluye la directora, natural de Puertollano.