La antigua ciudad visigoda de Recópolis, a orillas del Tajo en el municipio guadalajareño de Zorita de los Canes, guarda trocitos de la historia aún por descubrir. Uno de esos hallazgos podría ser que bajo la tierra de este punto de La Alcarria podría aguardar la mezquita más antigua de toda Europa.
Un equipo de arqueólogos ha revelado que el subsuelo de Recópolis podría estar lleno de sorpresas, entre ellas la posible mezquita, que estaría construida antes del año 800, fecha en la que esta antigua ciudad fue abandonada. El grupo de arqueólogos, del que formaba parte el investigador e historiador medieval de la Universidad de Harvard, Michael McCormick, utilizó un instrumento geomagnético con el que pudo comprobar que bajo la tierra se esconden muros y estructuras enterradas.
«En cada espacio que pudimos estudiar, encontramos edificios, calles y pasadizos«, explicó a la revista Live Science el coautor del estudio McCormick, cuyos resultados fueron publicados hace algo más de una semana en la revista científica Antiquily.
En Recópolis solo hay un 8 por 100 excavado de la ciudad amuralla, por lo que se desconoce realmente la dimensión que tuvo esta importante ciudad del reino Visigodo que tenía la capital en Toledo, pero según este estudio podría haber una infinidad de edificios todavía por descubrir, entre ellos esta mezquita que habrían construido los musulmanes tras su conquista de la península a partir del 711.
Recópolis, la ciudad real fundada por los visigodos que fue abandonada en época musulmana
La fundación de Recópolis se remonta al siglo VI. Fue creada por los visigodos, en concreto por el rey Leovigildo en el año 578, en honor a su hijo Recaredo. Fue la capital de la provincia denominada Celtiberia.
Los visigodos, uno de los pueblos germánicos que saquearon el imperio romano, fueron el pueblo predominante en la península ibérica y formaron el Reino Visigodo de Toledo en la etapa en la que se terminaba la Edad Antigua y comenzaba la Edad Media. La ciudad se levantó en una época, la de la caída del imperio romano, que se caracterizó en todo el mundo por grandes migraciones de población, hambrunas, inestabilidad política por el colapso de grandes imperios e incluso el primer brote de la peste bubónica -la peste negra-, dentro de un periodo tan convulso donde se produjo también un cambio climático por varias erupciones volcánicas en el hemisferio norte, lo que podría haber dado pie al comienzo de las migraciones.
El río Tagus -el Tajo- bañaba la ciudad de Toledo y aguas arriba, a decenas de kilómetros, Leovigildo decidió fundar la nueva ciudad. El dominio godo se extendió hasta el siglo VII, coincidiendo con la conquista islámica, que puso fin al Reino Visigodo. Esta ocupación musulmana se extendió menos de 100 años, puesto que sobre el año 800 la ciudad fue abandonada.
Para McCormick es «realmente extraordinario» que la monarquía visigoda en el siglo VI tuviese la capacidad y los recursos necesarios para fundar una ciudad como Recópolis.
Un edificio orientado a La Meca
Como se decía, tras la conquista islámica los musulmanes se hicieron con el control de Recópolis, dándole vida hasta el siglo IX, tiempo en el que podrían haber levantado la primera mezquita de toda la Península Ibérica, que además podría ser la más antigua de toda Europa.
La pesquisa que guía a los historiadores es que en los mapeos geomagnéticos, una técnica poco invasiva que permite rastrear el subsuelo, encontraron un gran edificio que tenía una orientación diferente a todos los demás, puesto que este estaba situado hacia La Meca, aunque según indica McCormick solo las excavaciones certificarán si están en lo cierto.