Desde que fue inaugurada el 8 de junio, la exposición Atempora -en la Catedral de Sigüenza (Guadalajara)- está siendo un gran reclamo turístico y cultural. Considerada la muestra más importante de la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, reúne 325 obras artísticas y culturales que recrean en 4.000 metros cuadrados la sociedad, la política, la cultura y la religión del tiempo dorado en que vivieron Cervantes y Shakespeare.
La exposición está articulada en torno a 14 apartados, que van desde la botica de San Mateo, hasta los tapices, los Grecos, el Cervantes soldado, la vida cotidiana en la época y el gabinete del escritor, entre otros.
Hay obras de más de 30 autores, entre ellos Miguel de Cervantes y William Shakespeare pero también Garcilaso, Lope de Vega, Góngora, Frans Franken II, Rómulo Cincinato, Tristán, Giraldo de Merlo, Sánchez Cotán, Luis de Morales o Correa de Vivar, entre otros.
En «Atempora» han colaborado hasta 33 instituciones culturales de todo el país y las piezas proceden de Sigüenza (Catedral y Museo Diocesano), de otras parroquias y museos de la Diócesis, de Pastrana y el museo provincial, y de Toledo, Talavera, Madrid, Valladolid y Viso del Marqués (Ciudad Real).
La elección del tema en torno al que gira esta muestra se justifica por la existencia entre los fondos de la Catedral de Sigüenza de una bandera arrebatada al pirata inglés Francis Drake durante su incursión a España y Portugal en 1589, y donada a la catedral por Sancho Bravo y Arce de Laguna, sobrino-nieto del llamado Doncel de Sigüenza, Martín Vázquez de Arce.
La muestra, multidisciplinar y variada, se centra en retratar la época en la que vivieron Cervantes (1547-1616) y Shakespeare (1562-1616). Esta segunda mitad del siglo XVI y primeros lustros del XVII es una etapa histórica que facilita su configuración, prestando atención, por consiguiente, a los últimos años del reinado de Carlos I, el reinado completo de Felipe II y gran parte del reinado de Felipe III.