La Archidiócesis de Toledo guarda miles de documentos antiguos que hablan de la historia de la Iglesia, también de la sociedad y la cultura española desde el siglo XVI hasta la actualidad. Convertidas en un pozo sin fondo, de sus estanterías no han dejado de salir legajos de gran valor, haciendo de este archivo diocesano una importante fuente de estudio. No en vano, está considerado uno de los mayores archivos de la Iglesia en nuestro país (siete kilómetros de documentos).
Repartidas en sus más de 30.500 cajas de textos y publicaciones están las firmas de personajes ilustres que han pasado o vivido en la ciudad de Toledo. Así, entre los más de 3.000 volúmenes manuscritos destacan las actas del sínodo que convocó Cisneros en el año 1497, un documento en el que aparece la firma del cardenal.
El año en el que Calderón de la Barca fue ordenado sacerdote
De 1614 es el documento en el que viene plasmada la firma original de Calderón de la Barca; concretamente está incluida en el expediente por el cual fue ordenado sacerdote junto a su hermano.
Otro destacado representante del Siglo de Oro, Lope de Vega, también dejó su firma en los fondos del Archivo Diocesano de Toledo cuando fue testigo del proceso de canonización de Bernardino de Obregón, fundador de la Mínima Congregación de los Hermanos Enfermeros Pobres.
El Greco y su pleito por «El entierro del conde de Orgaz»
El Greco -en un texto sobre un pleito relacionado con el cuadro de «El entierro del conde de Orgaz»– y su hijo Jorge Manuel, -en el proceso de tasación de un retablo en Yepes (Toledo)- son otras dos figuras que dejaron su grafía en el Archivo Diocesano de Toledo.