El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro bordó un emotivo homenaje al modisto y figurinista teatral Lorenzo Caprile (Madrid, 1967).
El Corral de Comedias de Almagro, escenario icónico del teatro del Siglo de Oro, acogió este sábado el acto con el que el Festival de Almagro quiso reconocer la aportación de Caprile a la escena teatral española a través de su colaboración con la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC).
Caprile se mostró especialmente emocionado de recibir este reconocimiento.
Numerosos proyectos
Este homenaje le llega en un momento importante de su carrera profesional, en el que tiene en marcha numerosos proyectos como el estreno en los próximos meses de la sexta temporada de programa Maestros de la costura en TVE o su participación firmando el vestuario de la obra «Abre el ojo», dirigida por Vasco, que estos días se ha podido ver sobre el escenario de la Antigua Universidad Renacentista en Almagro.
El diseñador dijo estar «muy emocionado» porque debutó en Almagro como figurinista teatral; 17 años después volvió sobre los escenarios del templo del teatro clásico, Almagro, donde, añadió, quiere volver para presentar un vestuario que se pueda ver durante la representación de una obra en el Corral de Comedias.
Caprile no pudo evitar las lágrimas
Caprile no pudo evitar las lágrimas cuando escuchó sobre las tablas del Corral de Comedias las voces de José Luis Massó, Julia Otero, Massimo Cantini Parrini, Sandy Powwel y la de su madre Paola Trucchi, quienes le dedicaron unas palabras de cariño y reconocimiento por este premio.
Una lágrimas que contrastaron con las risas que sacaron de él sus amigos, el periodista Paco Tomás y el actor José Martnet, que hicieron un recorrido por la vida del modisto.
El Festival de Almagro bordó un emotivo homenaje al modisto y figurinista teatral Lorenzo Caprile. En la imagen junto a la directora del festival, Irene Pardo, y el director de escena, Eduardo Vasco. EFE/Jesús Monroy.
La «laudiatio» corrió a cargo del director de escena Eduardo Vasco, quien destacó la complicidad en el trabajo con Caprile por «saber llegar con acierto a la belleza» a todas sus creaciones. De él, subrayó que es un artista de «mirada ancha, de detalle y de emociones desbordantes» que lo han convertido en «un artesano audaz».
El subdirector general de Teatro y Circo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Javier de Dios, y el propio Eduardo Vasco fueron los encargados de entregar el reconocimiento del festival a Caprile, momento en el que el escenario del Corral de Comedia se llenó de claveles rojos.
Artesano pulcro y detallista
El diseñador madrileño irrumpió en la escena teatral con trajes de inspiración francesa que lució la actriz Montse Díaz en la comedia de Tirso, evidenciándos el talento para el figurinismo de un artesano pulcro y detallista, capaz de fundir el carácter de los personajes en patrones y tejidos.
Bajo la batuta de directores como José María Pou, Carlos Aladro, Manuel Iborra, Magüi Mira y José Martret, Caprile ha ideado el vestuario de montajes de la CNTC como Las bizarrías de Belisa (2007), Las manos blancas no ofenden (2008), La estrella de Sevilla (2009), La moza de cántaro (2010), El perro del hortelano (2011) y Entre bobos anda el juego (2018).
Su estrecha colaboración con Eduardo Vasco ha desembocado en diseños únicos para obras como Carsi, Hedda Gabler, Otelo, El mercader de Venecia y El malentendido.
Reconocido en 2016 con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y ganador del premio Talía al mejor vestuario junto a Marietta Calderón por El tiempo entre costuras, su participación como jurado en el programa de Televisión Española Maestros de la costura lo ha convertido en un personaje familiar para el gran público.
El Patronato de la Fundación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro reconoce en su 46ª edición la trayectoria de uno de los diseñadores y figurinistas más notable de la escena española, como dijo su directora, Irene Pardo, quien le dio las gracias por «haber arropado con tu magia y con tu talento el universo de la escena, y por haber imaginado el color, los cortes, los patrones y las texturas de tantos personajes fabulosos que forman ya parte de nuestro imaginario».
Caprile, en la imagen junto a la directora del festival, Irene Pardo (d). EFE/Jesús Monroy.
Modisto en mayúsculas y una persona sensible
«Modista en mayúsculas y figurinista desde hace más de dos décadas, eres también una de las personas más sensibles que he encontrado en mi camino», afirmó la directora del Festival.
Pardo añadió que «el mundo del teatro le debe mucho» a Caprile, y que este homenaje quería ser «un ejercicio de merecido reconocimiento, un ejercicio de abrazo, de aplauso».
Y terminó asegurando que se le reconocía «por entender que este oficio, el de los intérpretes y quienes les rodeamos, exige reconocerse como parte de un todo. Te sientes, y así lo sabemos, una pieza más del maravilloso puzle que son el teatro, la ópera y el resto de poéticas de las artes en vivo».