Entre las joyas que guarda el Archivo Municipal de Toledo se encuentra un escrito, fechado el 11 de abril de 1590, en el que ya se da cuenta de la existencia de la profesión de bombero, o de los «oficiales de fuego», tal y como reza el texto.
Se trata de un documento en el que los bomberos solicitan a través de una súplica que se les pague su salario anual: «Los ofiziales del fuego dezimos que en presencia // del señor corregidor se hizo el alarde que es costumbre // hazer e nosotros [h]emos servido el año pasado // que se cumplió por marzo que a[h]ora paso y tene // mos necesidad. // Suplicamos a Vuestra Señoría se nos mande librar nuestro sa // lario, que en lo que toca a las herramientas // Vuestra Señoría proveera lo que fuere servido //».