Las toallitas húmedas arrojadas al váter son las principales causantes de los problemas en los bombeos de agua residual.
Aqualia, empresa que en Castilla-La Mancha abastece de agua potable a una población aproximada de 800.000 habitantes y con presencia directa en más de 180 municipios, informa de que la utilización masiva de toallitas húmedas en los hogares está provocando que la acumulación de fibras y tejidos en las tuberías de saneamiento causen averías por atascos, bloqueos, roturas internas por calentamientos, etc en las bombas encargadas de impulsar el agua residual hacia la planta depuradora.
Dichas toallitas, a pesar de lo que se indica en su envase, no son desechables y arrojarlas al inodoro resulta totalmente contraproducente, ya que no se descomponen en contacto con el agua como la celulosa de la que está hecho el papel higiénico.
Estos tejidos se van acumulando con otros y, a su vez, con más residuos de la red como compresas, preservativos o bastoncillos de oído, también arrojados incorrectamente al wáter, aumentando su tamaño hasta el punto de que las bombas ya no pueden aspirar.
Esto multiplica los costes de mantenimiento del Servicio Municipal de Agua, ya que hay que realizar continuas intervenciones técnicas para desatascar y desbloquear los impulsores; por otro lado, incrementa el problema ambiental derivado de mermar la capacidad de depuración de la EDAR.
Los propios fabricantes de bombas de aguas residuales reconocen esta problemática y luchan contra ella incorporando nuevos sistemas antiatasco, que en la mayoría de los casos no son suficientes.
Por ello, aqualia pide la colaboración ciudadana para evitar este tipo de problemas; con el simple gesto de tirar estas toallitas o cualquier otro residuo a la papelera, se solucionarían las incidencias que se producen en las infraestructuras hidráulicas de la ciudad y que también pueden darse en las propias instalaciones particulares, responsabilidad del cliente.