Vea las fotografías y comprenderá por qué son unos frescos, sencillamente, espectaculares.
SI NO PUEDE VER LAS FOTOGRAFÍAS, PINCHE AQUÍ
«Las pinturas han de entenderse desde su esencia; es decir, el artista a través del arte cuenta a los fieles una doctrina, les explica su Fe». Y eso es lo que ha ocurrido con los frescos del Cristo de la Luz, en Toledo, que se han restaurado respetando sobre todo las pinturas que perduraban. Porque, tal y como explican las restauradoras Almudena Arbaiza y Ana Marichalar, «se ha querido respetar cada trazo tal y como ha llegado a nosotros, sin retoques y todo lo que se ha hecho de reintegración s para poder dar una mayor lectura a la obra, desde el absoluto respeto a la obra original y sin interferir lo más mínimo».
Pinturas que se han presentado hoy y que les mostramos en las fotografías de Rebeca Arango. Y que, como explican Arbaiza y Marichalar, reiteramos, «han de entenderse desde su esencia». Como el Pantocrátor o Cristo en Majestad, «una de las representaciones más características del Románico».
Las más antiguas, «realizadas en la misma época y por el mismo autor, son el Pantocrátor, Santas y restos en los paramentos superiores, hechas con una técnica al fresco en el anteábside y con una técnica a la cal en el Pantocrátor. Las decoraciones epigráficas y los restos de los zócalos los consideramos también de la misma época y están pintadas al fresco, pero el autor es probable que fuera un artista de la zona, conocedor del arte mudéjar».
Y respecto al autor, «debía ser un muy buen artista de la época, que con seguridad pintó varias iglesias a medida que se iba arrebatando territorio a los musulmanes y lo hacía al gusto y según las técnicas del momento».
El importe de las obras asciende a 75.504 euros y la parroquia de San Nicolás de Bari ha asumido el coste de la restauración gracias a los fondos procedentes de las visitas turísticas.
La restauración de las pinturas culminan la intervención que comenzó hace años con la rehabilitación de las cubiertas del edificio y posteriormente con los trabajos arqueológicos del edificio en sí y la consolidación de otras partes del mismo edificio. Luego llegó la iluminación exterior e interior.
Y ahora los frescos…