El presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón, asegura que la exposición ‘El griego de Toledo’, que cerró ayer con más de un millón de visitas, ha desbordado las previsiones más optimistas de este Año Greco que está siendo un «fenómeno social», aunque «muchos» no creían en él.
En una entrevista con la Agencia Efe en la sede de la Fundación, en el corazón del casco histórico de Toledo, Gregorio Marañón ha explicado que aún queda mucho de este año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte de Dómenicos Theotocópuli y, en el ámbito personal, resume con un «misión cumplida» los cuatro años que ha dedicado a este proyecto.
Más de un millón de visitantes han disfrutado durante tres meses de ‘El griego de Toledo’, la mayor exposición del Greco organizada jamás, que ha tenido como sedes el Museo de Santa Cruz y otros cinco edificios de Toledo que albergan los cuadros que el pintor hizo para ellos.
Según Marañón, el éxito de la exposición ha sido «muy superior» a lo que muchos pensaban, aunque añade que el equipo de la Fundación había creído desde un principio en el programa diseñado y pensó que tendría «una relevancia y una trascendencia altísima».
En este sentido, ha recordado que la programación de este Año Greco se preparó durante los «peores» años de la crisis y ha tenido un presupuesto público «simbólico», por lo que fueron «muchos» los que pensaron que «transcurriría sin dejar huella».
Las importantes visitas que ha recibido la muestra, entre muchas otras la de los próximos Reyes, Felipe y Letizia, para celebrar el décimo aniversario de su boda, son un reflejo del éxito de la exposición.
Según Marañón, la exposición «ha tenido un éxito, nacional e internacional, que ha desbordado las estimaciones más optimistas» pero, además, la programación en su conjunto del Año Greco está generando «un fenómeno social que va mucho más allá del mundo especializado del arte».
En su opinión, esta exposición ha «pulverizado» a la de Carolus, organizada en Toledo en el año 2000 con motivo del quinto centenario del nacimiento del emperador Carlos V y que había dejado «un cierto recuerdo mítico» en la ciudad, y también al cuarto centenario de la publicación de la primera parte del Quijote en 2005.
UN PRESUPUESTO PÚBLICO 80 0 90 VECES MÁS PEQUEÑO QUE EL QUIJOTE
«Yo creo que la repercusión del Greco es muchísimo mayor y las consecuencias que va a tener el cuarto centenario del Greco serán también muchísimo más permanentes», aunque, sin embargo, el coste del Año Greco para las arcas públicas es «80 o 90 veces más pequeño» que el del cuarto centenario del Quijote, ha dicho Marañón.
Cerca del noventa por ciento de los quince millones de euros de presupuesto del Año Greco es patrocinio privado.
Gregorio Marañón ha resaltado el hecho de que todos los proyectos que la Fundación ha considerado «prioritarios» en esta conmemoración han podido financiarse.
A la hora de decantarse por uno de los muchos actos que ya han tenido lugar en este 2014 lo hace por aquel concierto que abrió el Año Greco el día 18 de enero, ofrecido por cincuenta campanas desde diecisiete campanarios de Toledo.
Recuerda Marañón la multitud que se congregó en el casco histórico aquella tarde: «fue una experiencia inolvidable, que tuvo una participación cívica emocionante. Ese primer y sorprendente éxito anunciaba todo lo que ha venido luego».
LA EXPOSICIÓN DE SEPTIEMBRE Y EL REQUIEN DE MOZART, GRANDES CITAS PENDIENTES
De lo que todavía resta de año, anima a no perderse la exposición ‘El Greco: arte y oficio’ que se inaugurará en el Museo de Santa Cruz el 8 de septiembre, y el réquiem de Mozart que dirigirá Ivor Bolton con la orquesta y coro del Teatro Real en la Catedral Primada el 20 de septiembre, y que se retransmitirá en directo en grandes pantallas instaladas en la plaza de Zocodover.
Gregorio Marañón confía en que la «estela» de este cuarto centenario siga atrayendo a Toledo a muchos visitantes interesados en la figura y la obra del Greco, sobre todo teniendo en cuenta que hasta hace «poco» apenas un cuatro por ciento de los visitantes llegaban a Toledo atraídos por el pintor.
«Para encontrar, comprender y conocer al Greco es evidente que hay que venir a Toledo», defiende Marañón.