Ponce, El Juli, Perera y Talavante salieron a hombros ante el alboroto del público, que no paró de disfrutar en la segunda corrida de la Feria de Ciudad Real.
Tarde de expectaciones en Ciudad Real. Cartel de las denomidas “figuras” del toreo el que se podía disfrutar en la segunda de feria de la capital manchega. Caras conocidas de todos los ámbitos de la sociedad manchega se daban cita en el coso culipardo. Tal era la expectación que a algunos medios de comunicación, como este en el que ustedes están leyendo, les fueron denegadas las acreditaciones de prensa, lo que llevo a que tuvieran que acudir por sus propios medios a conseguir una entrada para una tarde especial.
Puerta grande en Ciudad Real para Ponce, el Juli, Perera y Talavante, y para la ganadería de Torre Alta.
PONCE, A HOMBROS HACIENDO LO JUSTO
Abría cartel Enrique Ponce con un primero de Torrealta ante el que el viento le impidió mostrar todo su arte. Ya con la muleta, acudiendo cerca del tendido 3, donde el viento amainaba, pudo demostrar todo su torería del que tantos años llevan disfrutando los aficionados. A pesar de los intentos del animal por rajarse, el valenciano estuvo en su sitio y pudo sacar tandas de muletazos de su estilo: muy lentos, suaves y con mucho arte. El pinchazo que sufrió el animal no le impidió cortar la primera oreja de la tarde.
Con su segundo toro Ponce realizó una faena de más a menos. Empezó bien con la muleta por abajo, sin embargo el toro no paraba de cabecear y no terminaba de repetir del todo la embestida. Ponce lo intentó de todas las maneras, animando los tendidos pero no había animal. Tres cuartos de estocada le permitían cortar su segunda oreja y salir a hombros.
EL JULI Y «GOLFO» MONTARON UN LÍO PARA EL RECUERDO
Salía el madrileño en el primero de su lote con ganas de demostrar quién es frente a las declaraciones de Talavante de las semanas anteriores. Sin embargo, el primero de su lote tenía intenciones de mansear y desde el principio de faena acudía siempre a la querencia. En la muleta comenzó bien el madrileño por abajo, sometiendo poco a poco al animal hasta sacarle buenas tandas en especial por el pitón derecho. Una estocada entera le permitía cortar dos orejas y asegurarse la puerta grande.
Pero fue en el segundo de su lote, de nombre «Golfo» con el que se armó el lío gordo. Un animal con el que el Juli se sintió muy cómodo desde el principio y levantó a la plaza con su tradicional quite por «lopesinas». Cita el toro desde los medios y el animal va, y repite una y otra vez, buenas tandas por ambos pitones que hicieron que se empezaran a ver pañuelos blancos en la plaza. Para ánimo del respetable el presidente no se hizo de rogar y saco rápidamente el pañuelo naranja. Indulto y dos orejas y rabo simbólicos para el Juli.
PERERA MOSTRÓ TODO SU REPERTORIO
Posiblemente el torero más en forma de la temporada era el que ocupaba el tercer lugar en el cartel. Lo tuvo imposible con su primero, un toro al que buscó por todos lados pero del que fue imposible sacar nada en claro. El animal no terminaba de entrar a las tandas, no completaba la embestida y era bastante soso. Después de dos pinchazos y media estocada saludaba desde el tercio.
Con su segundo animal, y la plaza venida arriba, el extremeño se encontró muy comodo. Tan comodo que le pudo realizar una faena amplia de muleta por ambos pitones, que le permitió así demostrar su amplio repertorio de muleta. La gente tenía ganas de agradar y fue por ello por lo que sin muchos miramientos se le entregaron dos orejas excesivas para permitirle que saliera a hombros con sus compañeros de terna.
TALAVANTE, COMO NO PODÍA SER MENOS, TAMBIÉN A HOMBROS
Las últimas semanas de Talavante venían salpicadas por unas declaraciones que realizó en twitter criticando la situación de la fiesta. Era para él una gran oportunidad para hablar en el ruedo, y no la desaprovechó. Con el primero de su lote empezó muy bien con el capote llevando al toro por chicuelinas en el tercio de varas que levantaron los aplausos de la grada. Ya con la muleta el que puso todo fue el extremeño ante un animal que se vino abajo en seguida. Lo intentó por ambos pitones pero donde no había era imposible sacar. Pinchó en dos ocasiones y a la tercera, tras una estocada entera, el animal doblaba. Saludos para Talavante.
En su último toro, quedaba claro que a poquito que hiciera también saldría a hombros, como ocurrió. Puso todas sus ganas desde el principio, realizando un bonito saludo capotero a la verónica. Con la muleta fue muy bonito el comienzo por estatuarios desde los medios y poco a poco Talavante fue sometiendo al animal, que no terminaba de entrar a la embestida. Una estocada entera era premiada con dos orejas para jolgorio del público y lo permitía salir también a hombros.
En definitiva, Ciudad Real, con este cartel, ha conseguido lo que quería, ser un referente taurino nacional pero con un matiz. La importancia de una feria reside en su seriedad y su respeto a la fiesta. El regalo de tantas orejas y el indulto de un animal de vuelta el ruedo pueden llegar a ser peligrosos en un futuro y convertir una feria seria en una feria al más puro estilo, y con ello perder la marca de «feria de primer nivel». Para ser el primer año esta bien, pero en los próximos esta situación deberá irse solucionando. No es normal que de ocho matadores que han pasado por el coso culipardo, ni uno solo haya salido por el patio de cuadrillas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Ciudad Real, segunda de feria. Tres cuartos de entrada. Toros de Torrealta para los matadores:
Enrique Ponce: oreja y oreja.
El Juli: dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos.
Perera: saludos y dos orejas.
Talavante: saludos y dos orejas.