El fotógrafo toledano Pepe Castro fotografía en esta ocasión al actor Juanjo Artero, aquel inolvidable «Javi» de «Verano Azul», para los que ya peinan canas en el mejor de los casos.
«Ha llovido ya desde aquel adolescente «Javi» de «Verano Azul», donde Juanjo Artero daba sus primeros pasos interpretativos, con gran éxito, por cierto. Ahora es un maduro actor, con tablas en teatro, cine, televisión, un actor con muchos registros y con una voz potente, como los de escuela antigua.
«Después de habernos visto en un par de ocasiones de ocio y de haber hablado por teléfono, ya no se cuántas, siempre buscando el hueco donde poder vernos con tiempo suficiente, al fin lo hemos conseguido.
Después de alguna vuelta, por despiste mío, para variar, llegamos a nuestra cita de esta mañana. Como amante de los perros, que salgan a recibirme un par de ellos, cariñosos, ya me alegra el día, así que jugueteo unos instantes con ellos devolviéndoles el saludo. Juanjo me recibe con un abrazo, nos invita a pasar, y allá que vamos.
Al entrar lo primero que hago es visualmente ubicarme y preparar el espacio donde montar. Sheila ya me va conociendo y sin que le diga nada, empieza a desembalar bártulos. Es media mañana, esa hora en la que si no te agencias un café parece que te falta algo y además el estomago sutilmente te lo recuerda con algún quejido. Juanjo debe pensar lo mismo, porque pregunta si nos apetece tomar algo. Al unísono y sin vergüenza contestamos que sí, mientras acabamos de montar.
El escenario está preparado en pocos minutos, así que podemos relajarnos antes de empezar. Con un espectacular almuerzo a base de café y tostadas con aceite y tomate, nos sentamos alrededor de una mesa para dar cuenta de ello y charlar. Aquí se nos va un rato largo, pero interesante y fructífero, ya que el clima que resulta para la sesión posterior es realmente estupendo.
Al acabar, cambiamos de escenario por el de trabajo, Juanjo bromea con el fondo portátil antes de empezar, con algunas muecas y poses divertidas, consciente, claro, de que aún no estoy preparado, que si no… La verdad es que siempre bromea, es una persona cercana y extrovertida, y esto facilita mucho la sesión.
Mientras hacemos unas primeras tomas, «Yeti» pasa un par de veces por entre los pies de Juanjo, como buscando su momento, y cómo no, se lo concedemos inmortalizándole junto a su amo en una toma.
Seguimos trabajando y tras algún ingenioso comentario, no recuerdo de qué, nos dedica una mirada pícara, pero sincera, que aprovecho en un ClicK!»