El Colectivo de Investigación Histórica Arrabal de Talavera solicitará incluir la cerámica artística de Talavera y de Puente del Arzobispo (Toledo) en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
En rueda de prensa, Pilar Campillejo, miembro del colectivo Arrabal, ha asegurado que se trata de un proyecto en el que llevan trabajando más de un año, con el objetivo de dar a la cerámica «el lugar que se merece».
En este sentido ha indicado que la nueva Ley de Patrimonio de Castilla-La Mancha, aprobada el pasado 13 de junio, habla de la necesidad de actualizar el concepto de patrimonio cultural, incluido el patrimonio inmaterial marcado por la Unesco, que establece cinco ámbitos de manifestación entre los que se encuentran las técnicas artesanales tradicionales.
Campillejo se ha mostrado convencida de que la elaboración de esa cerámica, así como las técnicas y oficios asociados a su producción y «transmitidos de generación en generación», cumplen los requisitos exigidos por dicho organismo.
Uno de los criterios que establece la Unesco para ser incluido en dicha lista es que la propuesta haya sido consensuada por una amplia base social, por lo que desde el colectivo se espera contar con el apoyo de todas las asociaciones de Talavera y Puente.
«Si somos capaces de que un organismo internacional reconozca nuestra más preciada producción artesanal, se reactivará su producción», ha afirmado Campillejo, quien ha añadido que este es «un proyecto de todos y para todos».
Asimismo ha explicado que desde Arrabal se están realizando los trámites administrativos necesarios para su inclusión en la lista del Patrimonio de Castilla-La Mancha y que después se convocará una reunión con representantes de todos los colectivos para pedir su colaboración.
También ha aseverado que se está desarrollando ya un borrador de la propuesta que, en el plazo de dos años, se enviará a la Unesco, junto a los correspondientes informes técnicos, artísticos y económicos que se requieran.
La iniciativa partió de Elena Rueda y, después de ponerse en contacto con el colectivo Arrabal, nació un proyecto «ilusionante» que, según Campillejo, puede hacerse realidad, pues ya el pasado año la cerámica de Orezu (Rumanía) consiguió esta distinción.
«Nuestra producción cerámica está presente en calles, fuentes, edificios y plazas y forma parte de nuestra vida cotidiana», ha señalado Campillejo, para quien «tiene unas características propias que la hacen peculiar y única».