La Fundación Antonio Saura de Cuenca (Casa Zavala) acoge una exposición con obras de la etapa surrealista del pintor y escritor Antonio Saura. Esta pequeña sala se concibe con el objetivo de conferir un protagonismo especial a una de las obras de la fundación más sigulares enmarcada en la etapa surrealista de Antonio Saura «Lascivia sirviendo de pórtico a un lago paradisíaco»(1950). Quizás por representar en sí mismo toda esa etapa artística (1948-1956), porque constituía el recuerdo de sus primeras exposiciones y de su estudio conquense y, especialmente, porque representaba de alguna forma la especial conexión que le unía con «Saurita», su hermana pequeña, Antonio nunca se desprendió de este cuadro, que jamás volvió a salir de su casa hasta que se lo regaló a su querida María Ángeles, todavía propietaria de la obra y generosa prestadora de la misma para su exhibición en la fundación que lleva el nombre de su hermano. .
«Tras caer Antonio gravemente enfermo de tuberculosis en 1943, el reposo que tanto recomendaban los médicos llevó a sus padres a fijarse en una añeja casa situada en la zona alta del casco antiguo de la ciudad de Cuenca. Aquel clima tan beneficioso para Antonio le ayudaría a superar una enfermedad que le tuvo postrado en cama sin embargo por un largo período de casi cinco años. Tras las primeras, reveladoras y fascinantes lecturas mediados los años 40, todavía encamado, del libro de los Ismos de Ramón Gómez de la Serna y de un duro artículo en contra del arte de vanguardia escrito por el crítico americano Thomas Craven, reproducido en la revista de propaganda nazi Signal, el interés de Saura por el mundo de la pintura y, más en concreto, por el movimiento surrealista francés encabezado por André Bretón, no había dejado de crecer(…)»
Fotografías, anotaciones y diversos documentos relacionados con esta etapa esencial complementan el mensaje de la exposición, a modo de introducción y pequeña muestra, que sientan las bases para comprender el universo plástico de Antonio Saura.