Fantasía, fantasía, lo gótico, lo prerrafaelista, la belleza, lo clásico, el paganismo, la belleza, la mujer, el mundo animal… y la acuarela, esta técnica tan huidiza y exigente.
Todo esto y seguramente mucho más despierta la exposición «Enigma» de Fátima Azorín, en el «espacioDespacio» (Bajada de San Martín, 4, Toledo), del 5 al 25 de septiembre. La inauguración tiene lugar el sábado 5 a las 19 horas.
Exilustradora en prácticas en castillalamancha.es, Fátima explica que la acuarela es una técnica muy delicada, «de resultados muy rápidos, pero que no admite correcciones». Adicta al lapicero («es con lo que todo el mundo empieza a dibujar», se explica), Fátima se apunta a la fantasía, a un mundo que nunca se ha ido, que vuelve al trote de esos caballos y ciervos que dibuja con tanto cuidado.
Y exhibe la fantasía, su fan¡asía, recreando los mitos clásicos, tanta ninfa, los ecos de las culturas paganas, los dioses del Olimpo, esos ecos celtas que tanto le gusta escuchar, tanto como leer a Bécquer, Lovecraft y Poe.
Fátima, 24 años, es titulada en Bellas Artes en la Escuela de Artes y Oficios de Toledo. En 2013 comenzó a recibir clases del pintor y galerista Carlos Galván en el Estudio de Arte Dalila y Galván. Ha expuesto junto a otros artistas, hecho varios trabajos como ilustradora y obras por encargo. Logró el segundo puesto en el Certamen de pintura rápida «Pasión por Crear» en 2015.
Su maestro Carlos Galván habla de la «nostalgia que pudo dejar huella en Fátima…» de su «entorno imaginario, siempre presidido por la sencillez y libertad de expresión…», «trabajos sinceros en su concepción…», «un discurso sereno y cercano…».