Durante el mes de junio se van a celebrar las I Jornadas de Música y Patrimonio que, organizadas por el Consorcio de la ciudad de Toledo, van a tener lugar en el marco de la rehabilitada iglesia de San Sebastián. Una iniciativa que pretende combinar una vez más la recuperación del patrimonio y su conservación, promoción y difusión con el desarrollo y potenciación de actividades culturales y turísticas vinculadas a la ciudad.
Todos los viernes de este mes, entre las 20:00 y las 22:00 horas, se celebrarán una serie de miniconciertos protagonizados por artistas toledanos. Posteriormente, la empresa Domus ofrecerá en el atrio de la iglesia una cata gratuita de las distintas cervezas que produce, junto con una explicación de las principales características y propiedades de las mismas.
El programa de estas I Jornadas de Música y Patrimonio se inicia el viernes 7 de junio con la actuación de la Camerata de Palacio, un grupo formado recientemente por cuatro amigos –Francisco José Hernández (barítono), Diego Esteban (tenor), Marisol Córdoba (contralto) y Eva trigueros (soprano)- que ofrecerá un miniconcierto de polifonía, un tipo de textura musical en la que suenan simultáneamente múltiples voces melódicas que son en gran medida independientes o imitativas entre sí, de importancia similar y ritmos diversos. La Camerata de Palacio se dedica principalmente a la música «antigua», aunque en esta ocasión ha incluido en su repertorio una habanera de la zarzuela «Don Gil de Alcalá». Después, se ofrecerá otra actuación a cargo del prestigioso músico Francisco Jiménez que interpretará obras y estudios de los siglos XVII y XVIII para flauta travesera.
El 14 de junio será el turno de Álex y su guitarra flamenca y de la banda de música de Ventas con Peña Aguilera. El 21 de junio los miniconciertos estarán protagonizados por Javier y Laura Carballo (gaita y danza) y Juan Antonio Rubio (guitarra clásica). Finalmente, el 28 de junio las jornadas concluirán con las actuaciones de Ángel Nodal y Gigi (bossa nova y boleros) y Virginia Serrano y Sagrario Gallego (soprano y piano).
La Iglesia de San Sebastián, donde se van a celebrar estas I Jornadas de Música y Patrimonio, es uno de los más bellos ejemplos de la rehabilitación integral de importantes monumentos que lleva a cabo el Consorcio de Toledo en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. A través de las fuentes documentales, así como del estudio de muros y la excavación arqueológica realizada durante su restauración, se ha podido concluir que la actual iglesia de San Sebastián ha sido un edificio con una ocupación continua, desde el siglo X hasta el XX, con una primera fase islámica y una segunda cristiana.
Entre los restos arquitectónicos más antiguos que todavía se conservan en el edificio, encontramos parte de un arco de herradura en el muro que separa la nave de la Epístola de la nave de la Capillita, asociado a un aparejo islámico que podría estar relacionado con la fase islámica del edificio. Así mismo, se ha documentado un suelo de baldosas de ladrillos que se adosan al muro islámico a la misma cota que el umbral de la mencionada puerta de arco de herradura.
La demolición del edificio islámico para la construcción de la iglesia cristiana se debió producir a finales del siglo XII o en pleno siglo XIII. En los siglos XIV y XV se realizan una serie de pequeñas reformas en el edificio que no están demasiado claras. En las obras de esta fase es donde se podría encuadrar la actual torre de la iglesia, que presenta un aparejo que podríamos fechar en torno al siglo XV. No obstante, el hecho de que la torre se encuentre situada en el interior del templo, al lado del altar, es un elemento singular que caracteriza esta iglesia.
En el siglo XVI se emprende una agresiva intervención en el edificio de la que tenemos constancia a través de documentos escritos y de la excavación arqueológica. Probablemente el edificio cambió de orientación en el siglo XVIII, momento en el que se cegaría el arco apuntado de la nave de la Capillita y se situaría el retablo en el lugar en el que actualmente. En el año 1916 se emprende la última reforma del edificio. De ese momento data la reconstrucción del artesonado de la nave de la Epístola, tal y como aparece reflejado en la inscripción que se encuentra en la nacela que recorre la parte superior de los muros de esa misma nave.
Durante la rehabilitación integral llevada a cabo por el Consorcio de Toledo, que culminó en los primeros meses de 2007, se ha intentado una actuación respetuosa con los materiales, acabados. Colores y texturas, buscándose el diálogo sereno y sin protagonismos de los nuevos materiales propuestos. Se ha procurado la restauración frente a la sustitución. Siguiendo criterios arqueológicos se han dejado testigos del subsuelo con lo más destacado de los restos aparecidos.