La plaza de Zocodover de Toledo acoge, hasta el 17 de septiembre, la exposición «El Ártico se rompe» con la que la Obra Social ‘la Caixa’ pretende mostrar a través de fotografías y explicaciones científicas ágiles la importancia de la conservación del hielo en el Polo Norte.
La exposición, que ha sido inaugurada por el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, el secretario general de la Fundación ‘la Caixa’, Luis Reverter, y el director territorial de ‘la Caixa’ en Castilla-La Mancha y Extremadura, Juan Ignacio Zafra, tiene como objetivo concienciar a la ciudadanía de por qué es importante la conservación de los polos y cuáles son los riesgos de su desaparición.
De hecho, Reverter ha resaltado que el hielo es básico para regular el clima de la Tierra y ha advertido de que si se reduce, «las condiciones del planeta cambiarían radicalmente» e incluso el nivel del mar podría subir en algunos sitios hasta veinte metros.
El calentamiento global «podría ser uno de los principales problemas del planeta en los próximos 60 años», ha advertido Reverter, que ha confiado en que la muestra sirva a los ciudadanos para que «sepan que el cambio climático no es una entelequia, sino que es una realidad que está a la vuelta de la esquina».
Además, el alcalde de Toledo ha resaltado que esta exposición es «un eslabón más en la cadena de dinamismo cultural de la ciudad» y ha valorado que la conciencia social no la tienen sólo «las personas, sino también las organizaciones públicas y privadas», como a su juicio, demuestra esta exposición.
Las fotografías de la muestra, realizadas por Andoni Canaela, que ha viajado por Groenlandia, Alaska, Canadá, Svalbard, Islandia, Rusia y Laponia, reflejan los cambios que ya se están produciendo y se han dividido en cuatro ámbitos: el clima ártico, la vida en una situación extrema, la huella del hombre y la luz del norte.
En cada ámbito se explica, desde el origen del nombre hasta cómo se han adaptado los animales y la flora a un clima tan duro, o el origen de las auroras boreales tan frecuentes en la zona.
El ártico es una zona de osos donde los árboles no crecen, el suelo está helado y nunca se superan los 10 grados de temperatura, en el que viven cuatro millones de personas y se hablan más de 15 lenguas distintas.
En la exposición se explica que en el Ártico se pueden registrar temperaturas de hasta 60 grados bajo cero, pero que cada vez hace menos frío y que el agua del mar Ártico es, en invierno, el mejor refugio para los animales porque no baja de los 2 grados bajo cero.
Con el objetivo de ser didáctica, en la exposición se cuentan los efectos que tiene la falta de hielo en verano y como ya se están cumpliendo las predicciones más pesimistas de los científicos sobre el denominado efecto Albedo.
También se puede descubrir que las patas de los animales no se congelan porque tienen un mecanismo de circulación sanguínea contracorriente y que el oso polar es negro para aprovechar al máximo el calor.
En la exposición «El Ártico se rompe» hay, además, audiovisuales que explican qué es una aurora boreal o los diversos clases de hielo y material interactivo que muestra cómo se deshacen los casquetes polares, como es el pelo de un oso polar, un liquen o una planta carnívora.