Hasta el 25 de mayo se puede ver en la Fundación Antonio Saura de Cuenca la exposición «Memoria de la tramontana» de Albert Cruells.
Gran parte de la obra de Cruells se ha realizado o concebido en Cadaqués, capital del país de la tramontana. De un modo más o menos explícito, esta circunstancia está presente en toda su obra.
En la Casa Zavala presenta obra de diversos tamaños, entre dibujo, pintura y escultura e influenciado especialmente por el arte rupestre, las culturas egipcia y romana, Goya, Polloch, Picasso, Auerback y Kossof. Se dice que su trayectoria ha evolucionado desde el neoexpresionismo hacia el garabato donde es notable la fuerza expresiva, esencialmente figurativa y próxima al lenguaje de Antonio Saura, mediante la cual conversa con el tiempo y profundiza en las raíces de la condición animal y primigenia del ser humano.
Albert de Sicilia Cruells es un artista precoz y autodidacta. Reconocido como uno de los realizadores publicitarios españoles más premiados tanto a nivel nacional como internacional, abandonó su exitosa carrera como publicista a los 50 años para dedicarse exclusivamente a la pintura pues se encontró con la obra de media vida amontonada en su estudio. Más de 500 óleos de gran tamaño, miles de papeles, esculturas, y proyectos.
Ganó infinidad de premios en todos los festivales publicitarios del mundo: Cannes, Berlín, Londres, San Sebastián, Venecia, etc. Y seguía pintando, todos los días.
Hoy en día la obra de Albert Cruells está diseminada por medio mundo y él sigue trabajando con sus manos sucias y cortadas, como si fuera el primer día. Como si fuera el último.
La exposición «Memoria de la tramontana» podrá verse en la primera y segunda planta de la Casa Zavala. Esta muestra, al igual que en otras ocasiones, requiere la necesidad de guardar la obra de Saura y no volver a exponerla hasta nuevo aviso.