«Las palabras vividas» es el título de este concierto y del disco que presentará Quique González en el Teatro Auditorio de Cuenca el próximo viernes 28 de febrero (20:00 horas), una obra en la que se enfrenta quizás a uno de los mayores retos de su carrera, el de asumir como propia la voz de su amigo Luis García Montero quien, a su vez, cede su corazón poético para que palpite en el pecho del músico.
De todas las dificultades que entraña un proyecto artístico como este, quizás la mayor sea conseguir que el resultado final, la canción que aúna la música y la palabra, conserve la credibilidad de lo que expresa el texto original. Y ese reto, tan arriesgado, queda superado en este trabajo, el primer disco en el que Quique González no es el autor de los textos y en el que, sin embargo, podría serlo, de tan naturales que suenan.
Este homenaje a la palabra y a la música da como resultado un disco radicalmente distinto a todo lo que ha hecho González hasta ahora, lo que significa cierto riesgo. Sin embargo, el riesgo es un viejo conocido del compositor madrileño, cuya trayectoria se ha sustentado en una innegociable independencia personal y artística.
De nuevo, el músico se salta el guión para dejarse llevar por su instinto. Tal vez no todos lo entiendan pero esa inquietud, que en Quique González es un sello, ese afán por investigar nuevos caminos, es uno de los máximos valores de un artista.