La galería Fúcares de Almagro acoge hasta el 28 de septiembre la segunda exposición individual de Roberto Infantes (Daimiel, 1981) que lleva por título «Horizontes».
En la nueva serie nos encontramos con paisajes urbanos y paisajes de su tierra, La Mancha, desarrollados a partir de fotografías en color de aquello que ve, sin modificar, pero con el añadido de la pintura o la superposición del collage.
Lo que el artista pretende es generar otra realidad, su realidad, su ficción… aquello que no es, que no llegará a ser, pero que nunca va ha saber, realmente, cómo es.
El tránsito que supone ir desde lo urbano a lo rural es una suerte de nomadismo en busca del lugar ideal. A veces, la invasión del hormigón de las nuevas construcciones, se funden con el paisaje desde la contradicción que destruye cualquier posibilismo estético.
En los actuales trabajos de Roberto Infantes, la pintura se superpone espacialmente a la fotografía a través de la plancha de metacrilato que forman parte de la propia obra. Es ahí donde, como una ensoñación, la pintura acentúa el devenir del paisaje con el paso del tiempo.
Las insistentes líneas verticales y horizontales que definían espacios han desaparecido de las obras de Infantes; sin embargo, el repertorio formal de sus actuales trabajos se sirve de trozos de madera, hilos, elementos vegetales…, cuyo resultado son metáforas establecidas a partir de edificaciones ficticias que están contenidas en la propia imagen. Estas obras, tiene una relación con los espacios teatrales en los que se desarrolla una tridimensionalidad que posiblemente va a generar el desarrollo de un universo propio.