La apasionante e intensa vida del primer caballero del Renacimiento, el Gran Capitán; sus hazañas; el mito, que le precede cinco siglos después de su muerte, y hasta sus legendarias cuentas, que tanto juego han dado en la cultura popular, se reflejan en una exposición inaugurada en el Museo del Ejército de Toledo.
Con motivo del quinto centenario de la muerte de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, el Museo del Ejército muestra hasta el 31 de enero de 2016 una exposición centrada en una época histórica «fundamental» porque supone el nacimiento de España como el primer estado moderno de Europa, según ha explicado hoy en la inauguración el comisario, el coronel Jesús Ansón.
Se exponen numerosas piezas relacionadas con el Gran Capitán, armas y armaduras, pinturas e interesantes documentos históricos, entre ellos manuscritos del rey Fernando el Católico, que tenía una letra muy complicada y a quien ha sido difícil transcribir, dirigidos a Fernández de Córdoba en Italia.
Hay cartas cifradas del rey y, en concreto, una misiva del monarca a Felipe el Hermoso autorizándole a que negocie la paz en Napolés con Luis XII de Francia.
También se puede ver en la sala de exposiciones temporales del Alcázar de Toledo la espada atribuida al Gran Capitán, que pertenece a la Real Armería, y la marlota, las botas, los zapatos y la espada del rey Boabdil junto a un precioso retrato del sultán, en estilo bizantino, realizado probablemente durante su cautiverio, entre 1483 y 1486.
Boabdil fue capturado por el conde de Cabra, quien recibió del rey unos privilegios que también están recogidos: se trata de un documento singular porque aún conserva el sello rodado, de plomo, de los Reyes Católicos.
El Archivo de Simancas ha cedido las famosas cuentas del Gran Capitán, «las reales» que se rendían al rey al final de cada campaña y que llaman la atención por su minuciosidad.
En ellas se reflejan las libranzas, los salarios y de forma pormenorizada todos los gastos de las campañas de Italia, algo que contribuyó a formar el mito literario y popular del Gran Capitán y sus famosas cuentas.
Al hilo de este mito, se han colocado en la exposición las «cuentas ficticias» atribuidas al Gran Capitán, que tienen mucho que ver con las comedias que se escribieron en torno a su figura.
Articulada en cinco grandes áreas, desde su nacimiento hasta sus servicios a los Reyes Católicos, las campañas que dirigió y el mito que surgió tras su muerte, la exposición recorre todos los aspectos de «un héroe legendario de la historia de España», ha destacado el comisario.
«En ese periodo crítico en que nació España como estado moderno la participación del Gran Capitán en la guerra de Granada y en las campañas de Italia contribuyó en gran manera a la creación de esta historia de España y de Europa, porque todo estaba ligado», ha explicado Ansón.
Han participado 25 instituciones y numerosos particulares en esta exposición cuyo objetivo es viajar a Granada y Córdoba, teniendo en cuenta su vinculación con el personaje, una vez que se clausure en Toledo.
Así, al Alcázar de Toledo han llegado piezas del Museo del Prado, del Archivo de la Nobleza y del Archivo de Simancas, del Generalife, de la Casa de la Moneda y del Museo Arqueológico Nacional y de varios archivos particulares, como la Casa Ducal de Maqueda.
La inauguración de la exposición ha corrido a cargo del director del Instituto de Historia y Cultura Militar, el general Enrique Vidal de Loño, quien ha subrayado el trabajo que realiza el Museo en la conservación, investigación y divulgación del patrimonio y ha resaltado la importancia histórica de Gonzalo Fernández de Córdoba.
También ha intervenido en el acto el director del museo, el general Juan Valentín-Gamazo, y han acudido, entre otros, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón.